Palencia es una emoción:

08 septiembre 2008

Suicidio libre y gratuito


Zapatero y sus ministros andan empeñados en regular una nueva ley del aborto –“aborto libre y gratuito”, se decía en la Transición- y del suicidio asistido. Me preocupa que el Gobierno se empeñe en hablar tanto de la muerte cuando quedan tantas cosas de la vida por apoyar, ayudar y promocionar. “Tu cuerpo es tuyo, eso es socialista”, ha dicho Bernat Soria. Y como mi cuerpo es mío mañana mismo puedo chutarme en vena cualquier cosa que me mate, un video de la vicepresidenta con la referencia del Consejo de Ministros por ejemplo.

Estamos llevando al extremo, no olvidemos que estamos hablando de un gobierno radical en la moderada Europa, la secularización del Estado, la laicidad de la sociedad, la descristianización de nuestro modo de vida. Y no por decir esto piensen los lectores que quien esto firma es necesariamente una rata de sacristía ni un meapilas tradicionalista preconciliar. No estoy, que podría, hablando de Religión, sino de sentido de la vida. De Sentido de la Vida, quiero decir.

Para el Gobierno somos sólo cuerpo, el pragmatismo materialista al frente de la sociedad; al parecer lo demás no importa, si es que hay algo más que cuerpo. Y si somos sólo cuerpo (admitir algo más sería trogloditismo cristiano, propio de nuestros atrasados antepasados, algo antediluviano, pasado de moda y por lo tanto irrelevante en una sociedad progre como la que estamos construyendo) y si somos sólo cuerpo, estaba diciendo, somos sus dueños únicos, universales y plenipotenciarios; a nadie debemos rendir cuentas, abajo la perspectiva social de un cuerpo que debería servir también a los demás, tanto mientras estemos vivos en este pajolero mundo (trabajando, educando, sirviéndole de mil formas diferentes) como cuando ya la hayamos palmado, abajo la dimensión social de los cadáveres, nada de entregarlos a la Ciencia, abajo los trasplantes, el cuerpo para el que se lo trabaja, que eso es socialismo. Qué habría sido del Renacimiento sin cadáveres que haber diseccionado. Abajo el Renacimiento, que no es socialista.

Así puestos, dado que mi cuerpo es mío y que se joda el mundo, no sé por qué andamos planteándonos regular el suicidio. Qué ganas de perder el tiempo: “Suicidio libre y gratuito ya” podía ser el grito de guerra de estos principios de siglo, que mi cuerpo es mío, coño, y nadie puede pedirme responsabilidad alguna. Si me quiero poner en la vía al paso del expreso de las ocho treinta y seis es socialismo.

Y aborto, más aborto, más manga ancha. Abortar también debe ser socialista. Abortar más, quiero decir, es más socialista. El embarazo para el que se lo trabaja. Para “la” que se lo trabaja, perdónenme ustedes. O “Nosotras parimos, nosotras decidimos” y el feto que venga detrás que arree.

Me preocupa ver a nuestro gobierno dedicado a regular la muerte, como si no hubiese mil cosas de la vida a las que consagrar un socialismo demócrata y dinamizador, revolucionador, de la sociedad. ¿Será que a nuestro Gobierno ya no le quedan aspectos vitales que mejorar, aspectos sociales a los que dedicarse con empeño y fruición? ¿Será que ya no le quedan parados a los que apoyar, será que ya no le queda crisis económica que combatir? ¿Será que ya no quedan escuelas y autopistas que construir, hospitales y Universidades a los que dotar, promocionar y socializar? ¿Será que ya nada hay que mejorar en los servicios sociales, será que ya no hay salario mínimo que multiplicar? ¿Será que en la enseñanza, en la protección de los más débiles está todo conseguido? ¿Será que no quedan parias de la Tierra? ¿Será que en esta vida está ya todo hecho hasta el punto que hay que dedicarse a la muerte? ¿O será que la preocupación social va por ahí, será que las gentes no hablan de otra cosa y yo, pobre y desconectado infeliz, no me había enterado?

Me preocupa tanto empeño socialista en facilitar nuestra muerte, ¿será que no saben cómo facilitar nuestra vida?

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