Soy consciente de que muchos lectores, alguno especialmente apreciado, se me van a lanzar a la cabeza por afirmar que está fuera de lugar buscar una relación seria entre las doctrinas socialistas y el paro.
Este bloguero, que no tiene ninguna simpatía por la forma de gobernar de Zapatero y menos por los modos chulescos de Pepe Blanco, y que critica tan dolorosamente como ineficazmente la pésima gestión que nuestro presidente está haciendo de la financiación autonómica, no debería ser sospechoso de filosocialista. Tampoco de antisocialista, claro. Miren, si me dicen que Zapa es un desastre sí estoy dispuesto a firmarlo. Con la que está cayendo no es arriesgar mucho.
Sin embargo de momento Zapa poco tiene que ver con la situación actual. Y digo de momento porque me temo que el desastre se nos avecina a cuenta de la gestión económica de las autonomías. La situación económica actual en España me parece evidente conclusión de un pésimo sistema productivo que debía haber sido cambiado durante los años pasados de plenitud económica. Aznar y el propio Zapatero eran presidentes, en ese sentido les alcanza la responsabilidad. Ante la gravedad de la crisis mundial poco se puede hacer desde esta cola de ratón que es España.
Pero me parece elemental recordar que a los políticos siempre les pilla el toro de la boca caliente. ¿Cómo era aquella frase de Zapa, imposible convivir adecuadamente con mi desmemoria, que venía a decir que su peor resultado siempre sería mejor que el de Aznar? Se pilla antes al mentiroso que al cojo desde que las hemerotecas existen. Ah, Zapa, el que iba a aprender economía en un par de tardes, se ha encontrado ya con 3.128.000 parados, de los que un millón son sólo del ultimo año. Zapa es el mismo candidato que se presentaba a las elecciones diciendo “Motivos para creer” y “Pleno empleo”. Imposible la ecuación.
Y más a partir de que, a pesar de la previsible subida de impuestos, España se endeude para satisfacer la financiación demandada por las autonomías que sostienen a Zapa.
Este bloguero, que no tiene ninguna simpatía por la forma de gobernar de Zapatero y menos por los modos chulescos de Pepe Blanco, y que critica tan dolorosamente como ineficazmente la pésima gestión que nuestro presidente está haciendo de la financiación autonómica, no debería ser sospechoso de filosocialista. Tampoco de antisocialista, claro. Miren, si me dicen que Zapa es un desastre sí estoy dispuesto a firmarlo. Con la que está cayendo no es arriesgar mucho.
Sin embargo de momento Zapa poco tiene que ver con la situación actual. Y digo de momento porque me temo que el desastre se nos avecina a cuenta de la gestión económica de las autonomías. La situación económica actual en España me parece evidente conclusión de un pésimo sistema productivo que debía haber sido cambiado durante los años pasados de plenitud económica. Aznar y el propio Zapatero eran presidentes, en ese sentido les alcanza la responsabilidad. Ante la gravedad de la crisis mundial poco se puede hacer desde esta cola de ratón que es España.
Pero me parece elemental recordar que a los políticos siempre les pilla el toro de la boca caliente. ¿Cómo era aquella frase de Zapa, imposible convivir adecuadamente con mi desmemoria, que venía a decir que su peor resultado siempre sería mejor que el de Aznar? Se pilla antes al mentiroso que al cojo desde que las hemerotecas existen. Ah, Zapa, el que iba a aprender economía en un par de tardes, se ha encontrado ya con 3.128.000 parados, de los que un millón son sólo del ultimo año. Zapa es el mismo candidato que se presentaba a las elecciones diciendo “Motivos para creer” y “Pleno empleo”. Imposible la ecuación.
Y más a partir de que, a pesar de la previsible subida de impuestos, España se endeude para satisfacer la financiación demandada por las autonomías que sostienen a Zapa.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo.
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