Recuerdo aquella frase de Lina Morgan (¿era de Lina Morgan?) que decía "Hay que ver cómo se estropean los cuerpos". Cierto, el paso del tiempo no deja títere con cabeza y a la que te descuidas se te cae el pelo, ganas unos kilos y pierdes esa fresca imagen que ofrecías unos años antes.
A todos nos pasa con el cuerpo y la mente, a unos más deprisa, a otros más despacio, a unos antes y a otros más tarde. A algunos les afecta más a la mente y otros en cambio gozan de unas facultades mentales privilegiadas hasta la más provecta ancianidad. Mercedes Milá no, Mercedes Milá degenera muy deprisa, tal vez demasiadas neuronas muertas demasiado pronto...
Junto a Javier Sardá y Jorge Javier Vázquez y otros bichos semejantes son los reyes de la podredumbre, los jefes de la chusma, los organizadores de cuanto de nauseabundo hay en la televisión. Todo por la pasta, la dignidad, el honor, la cultura, el respeto personal y la valía profesional echadas por la borda a cambio de unos euracos. De un montón de euracos.
Todos tenemos que vivir de nuestro trabajo, todos hemos estado en el paro, todos ansiamos un trabajo y un sueldo dignos y a esta señora no la llamaban ni para limpiar los estudios. Pero no todo está justificado a cambio de dinero, no todo es válido, no todo da igual. Pero para ellos sí. Para ella sí. Y si a la miseria la revestimos de "experimento sociológico" y le damos un aura de progresismo ...terminamos por hacer programas de televisión en que el espectáculo consista en que Mercedes Milá se deje tocar la teta o enseñe las domingas, de momento al parecer con sujetador por medio. ¿Y en todo esto la dignidad, la talla profesional, la valía, los años de estudio dónde quedan? ¡En la teta! Ah, pero como da dinero vale, pero como es progresista vale. Y lo llaman cultura... ¿Y lo de los académicos de la Lengua o de la Historia qué es?
A esta señora no la llamaban para limpiar los estudios, en cambio ahora la llaman para ensuciar la televisión. España es asín, oigausté.
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