Si hay una frase hecha que me
molesta es la de “El encaje de Cataluña en España”. Es una frase de significado
tan abstracto que en ella puede caber cualquier intención. Uno tiende a pensar
que Cataluña, que tanto contribuyó a hacer esta constitución como es, tendría
razones suficientes para estar bien encajada en España. Han pasado muchos años
desde entonces y la influencia catalanista en nuestras normas y leyes ha sido
continua, pues en el Congreso no había votación trascendente en la que los
catalanistas, que no Cataluña, no arrimara el ascua a su sardina, vendiendo a
precio de oro sus votos. Con el beneplácito de los diversos gobiernos
españoles, claro.
Sin embargo su insatisfacción –de
los catalanistas- ha sido permanente, dando en cada ocasión presentada un
empujoncito a sus ambiciones, encontrándose siempre con la respuesta
consentidora y acomplejada de quienes tenían por obligación la defensa de los
intereses comunes a todos los españoles. Con la llegada de la crisis económica se
han destapado las intenciones y el órdago ahora es total. El silencio de Rajoy,
su cara de póquer y su falta de energía les están echando una mano, no sé si es
necesario aclararlo.
El caso es que tan cacareado encaje
se nos puede caer encima a todos los españoles pues después de cuarenta años de
influencia decisiva desde el BOE y de burlas a las sentencias judiciales sin
que nadie se plantara, todavía hoy nos chantajean con la secesión. El esfuerzo
debe ser semejante al de la construcción de la Sagrada Familia, pues la obra no
parece tener fin.
Desde que Franco decidió colocar
la SEAT en Cataluña, poniendo industrias donde no había mano de obra, dejando
parados a obreros castellanos y andaluces, Cataluña ha sido la niña mimada de
todos los gobiernos españoles. Se ha cedido numerosas veces y lo que se nos
plantea es que sigamos cediendo. Las autonomías son como son, España es como
es, porque CiU lo ha diseñado así. Con sus privilegios, con autonomías de
primera y de segunda. Su mano está detrás de todas las leyes, incluidas las
económicas de las que tanto se han beneficiado. ¿Cuántos apellidos catalanes
hay en la guía telefónica de Segovia? ¿Cuántos apellidos castellanos figuran en
la de Cambrils, por ejemplo? ¿Hacia dónde ha fluido la población? ¿Por qué?
Pero ese destrozo no es bastante
al parecer, el caso es que hay que encajar a Cataluña como sea y si los
políticos castellanos, de esa Castilla dividida en regioncillas para que no
moleste, no están preparados todos los cambios legislativos, económicos e impositivos
que se avecinan en la próxima legislatura –¡¡todo sea por evitar la ruptura de
España!!- pueden ocasionar que las ya desérticas provincias del interior sigan
nutriendo económica y humanamente la insaciabilidad económica catalanista. Todo
es mera economía y se trata de frenar el órdago soberanista al precio que sea, hay
que evitar el llanto de la niña bonita, y es posible que ese precio lo vuelvan
a pagar los mismos de siempre.
¿Por qué no habrá inmigrantes
Catalanes en Castilla?
1 comentario:
Totalmente de acuerdo con esta entrada. Aun hoy sale en El Pais un artículo del periodista catalán Josep Ramoneda en el que partiendo de una equidistancia teórica termina reclamando negociar un estatus para Cataluña parecido al de un estado libre asociado. ¡Acabáramos! Todas las ventajas de pertenecer al Estado español sin ningun de los inconvenientes. Resumiendo lo que piensan y no terminan de decir:
Nada de aportar ni un céntimo al fondo de solidaridad con regiones más pobres. Relaciones de bilatelaridad con el gobierno central. Utilización gratuita por sus ciudadanos y empresas de embajadas y consulados del Estado, o llegado el caso del ejército y la marina de España o incluso de la OTAN (a la que seguirían perteneciendo por su teórica pertencencia al estado español) en labores de salvamento o protección. Pero al mismo tiempo derecho a tomar sus propias iniciativas exteriores en defensa de sus propios intereses sin contar con el estado. Posibilidad de formar sus propias selecciones nacionales, pero asimismo derecho a que sus equipos jueguen las competiciones españolas si ello les interesa. Derecho a influir y orientar segun sus intereses la política de España, pero imposibilitar cualquier posible intervención del estado en Cataluña. No me extrañaría que defendieran una nacionalidad propia catalana pero sin que perdieran el pasaporte español. De forma que sus ciudadanos utilizaran una u otra, según les convenga, y tuvieran opción de votar en las elecciones generales de un lado y otro. Derecho que evidentemente no tendrían el resto de los españoles. Y esto a botepronto, porque no dudo que la batería de privilegios que tienen preparados por si funciona el chantaje emocional de mantener una ficción de unidad es mucho más amplio.
Pues yo entiendo que para que se queden en estas condiciones de privilegio es preferible con mucho que se vayan con todas las consecuencias. Los que conocemos historia de Castilla sabemos como acabó el experimento de estado "asimétrico" en beneficio de la periferia de los Austrias durante los siglos XVI y XVII: con la antaño rica y poderosa Castilla arruinada, despoblada y hundida.
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