La verdad es que me trae al pairo
el debate artificial entre monarquía y república. El ciudadano medio, alejado
de las ideologizadas y ecléctica minorías, se encoge de hombros y mientras pide
trabajo y condiciones dignas le vale con el típico “Virgencita, que me quede
como estoy”.
Yo que Felipe VI echaba a correr,
pastorear a toda esta tropa de gañanes que ha subido hoy a la tribuna del Parlamento
tiene lo suyo. Con lo bien que se está en casita enfrente de la televisión (No
se me pongan exquisitos: también con un libro) buenas ganas tiene uno de
meterse a soportar los guantazos de algunos de estos que contraponen monarquía
a democracia. Si les gusta la república pueden ponernos como ejemplo Gran Bretaña
o Suecia. Ver cómo funcionan algunos partidos es ponerse a temblar en el mismo
instante. ¿Acaso nos da ejemplo Rubalcaba imponiendo a golpe de bastón de mando
su decisión a los diputados?
El PSOE las está pagando todas
juntas, que decíamos de chiguitos. Tanto tiempo de mirarse el ombligo en vez
del de los ciudadanos les lleva a darse más mamporros que las antiguas
marionetas de guante. Lo de Castilla y León produce vergüenza ajena y lo de
Cataluña mueve a lástima. Del alboroto nacional (¿Se puede usar todavía esta
palabra?) mejor hablamos cuando todo haya pasado y tengamos delante el parte de
heridos y damnificados. Y se ponen de ejemplo de democracia. Prisa se deben dar
en pedir perdón si quieren recuperar públicamente su buena imagen que luego
viene el de la coleta y les roba la clientela.
Lo que pasa en Cataluña se lo han
trabajado con denuedo durante años de tontear con el nacionalismo. Recordemos
cómo el PSOE callaba y consentía e incluso prometía a cierraojos “aprobar todo lo que
salga de este Parlament”. ¿Por qué los socialistas españoles son tan diferentes
de los franceses, holandeses, suecos o italianos? (Por favor, lectores,
observen el hermoso detalle que he tenido nombrando tantas monarquías como
repúblicas. Ah, y sin meter en el saco a repúblicas tan envidiables como
Portugal o Grecia) ¿Por qué los socialistas españoles juegan con el fuego
nacionalista a diferencia de otros socialistas europeos? ¿No queríamos ser más
europeos que nadie?
La verdad es que me trae al pairo
el debate artificial entre monarquía y república. Yo que Felipe VI echaba a correr, pero no me
hagan caso, a mí me vale con el típico “Virgencita, que me quede como estoy”.
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