Palencia es una emoción:

16 septiembre 2008

Rajoy no era el nombre, Rajoy no era el hombre

Algunos llevamos más de una década diciéndolo: La derecha española nunca podrá gobernar establemente si el PP es como es. Hay cosas que no pueden ser y además son imposibles: O cambia el PP, haciendo un esfuerzo por modernizarse y actualizarse, o los españoles harán bien en tenerle en la oposición. Aznar se equivocó al nombrar a Rajoy tanto como se había equivocado con la fatal y dolorosamente injusta guerra de Irak.

¿Cuántos españoles han oído hablar del programa social del PP? ¿Tiene programa social el PP? Y sin embargo, sin una real, profunda y bien estudiada política social nunca el PP, que arrastra las taras que arrastra, podrá gobernar en España con la suficiente permanencia para influir de manera perdurable en la política, en la economía y en la Cultura de España. Rajoy acaba de demostrarlo públicamente para desgracia de los seguidores del PP.

Ayer lunes al terminar la reunión de la junta directiva del PP, Rajoy ha manifestado que “Hay 180.000 extranjeros cobrando seguro de desempleo y, ya volvemos a tiempos pasados, hay 20.000 andaluces que han pedido trabajo en la vendimia francesa”. Rajoy es sumamente torpe o quiere que el PP jamás gane ni las elecciones a la comunidad de vecinos.

Teniendo mil razones para criticar a un gobierno que parece congelado en el tiempo y que sigue negando la realidad económica de miles de familias, se enreda como un pipiolo inexperto en una polémica, infantil pero dañina, que sirve para alimentar la habilidad dialéctica de Pepe Blanco, que no ha perdido tiempo en acusarle, sin el más mínimo esfuerzo de ingenio, de xenófobo.

Convenía que alguien en el PP reaccionara y le dijera a Rajoy que esos 180.000 extranjeros están cobrando el paro porque se lo han ganado a pulso, porque han cumplido las normas que marcan las leyes españolas, aprobadas entre otros por los diputados del PP, ya que han trabajado el tiempo mínimo necesario marcado para ello, tiempo durante el cual han arrimado el hombro para que España progresase (muchas veces en trabajos y condiciones que los demás rechazamos) y con ella todos los ciudadanos.

¿Tiene programa social el PP? ¿O todo consiste en aprovechar las torpezas de una izquierda anclada en radicalismos propios de otras épocas? Porque sin un programa social, que proteja y defienda a los más débiles, españoles o no, según marquen las leyes, no sólo no se va a ninguna parte, sino que además deja un enorme hueco para facilitar la tarea de agit-prop que tanto gusta a Pepiño: “Qué mala es esta derecha troglodita, meapilas y capitalista, que sólo busca la destrucción de la casta de trabajadores, exprimirlos hasta su última gota de sangre y perpetuar sus privilegios clasistas”.

Imagino que el PP tiene algo parecido a un programa social. Sólo lo imagino porque por mi salud mental evito siempre leer cualquier programa de cualquier partido. Los recojo y colecciono cuidadosamente cuando hay elecciones, inmediatamente los guardo bajo siete llaves hasta que termina la legislatura. Entonces y sólo entonces los saco y los leo. Y me paso una semana riendo.

Pero imagino que el PP tiene algo parecido a un programa social, sólo que por misteriosas razones no quiere que lo conozcamos, no vaya a ser que nos convenza para votarle. Bien está que defienda que no haya emigrantes españoles a la vendimia francesa, pero ¿entra en ese programa que los trabajadores extranjeros no puedan cobrar el paro? ¿Qué tiene que ver lo uno con lo otro? ¿Por qué el PP mezcla aspectos tan inconexos, por qué da a sus rivales fácil munición “social”, por qué sigue haciendo el trabajo a sus contrarios? ¿Quiere el PP que todos los extranjeros con derecho a voto se vayan en brazos de Superzapa?

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