Son varios los sitios donde lo he leído, así mismo algún lector habitual lo ha insinuado en este blog: “Lo de la foto de las hijas de Zapa es una tapadera para que no hablemos de otras cosas.” Y yo creo, humildemente, que no, que simplemente es que se trata de Zapa de quien estamos hablando…
Estoy convencido de que Zapatero es perfectamente capaz de ganar las próximas elecciones generales. España es “asín” y el PP de Rajoy no digamos. Al español medio sólo le importa su bolsillo y “pasa” olímpicamente de otras consideraciones éticas, morales y políticas. Y como queda suficiente tiempo para las votaciones que decidan el próximo Congreso… tiempo tiene para arreglarlo y volver a ganar.
Pero con todo y con eso Zapahuero está de capa caída, se desliza paulatina e incesantemente por un tobogán de errores que le están llevando al descrédito incluso ante muchos de los suyos. (¿Han leído las últimas críticas del exministro Sevilla?) A Zapa de momento sólo le quedan la palabra y su mirada. Esa palabra huera y contradictoria pero florida y esa mirada de hielo adornada con una sonrisa enigmática con las que conquista a sus interlocutores. Pocas armas serían en otra persona, pero para Zapa eso es un arsenal con el que dirigir el mundo.
Está en descenso, no me atrevo a decir que en caída libre, y comete error tras error, sin tiempo para la rectificación se encuentra otro problema e inventa otra solución imposible. Lo de la foto no es más que otro error más, espectacular por novedoso pero venial: no nos va a costar un céntimo. Con él no intenta tapar nada, ni la subida de impuestos, ni la ley del aborto ni otras posibilidades que al lector se le pudieran ocurrir.
Mostrarnos la mala educación de sus hijas, bien porque ellas sean así o porque él no haya sabido o querido hacerlo mejor, no es más que Zapatero en estado puro. Que nadie le dé más vueltas, no intenta utilizar a sus hijas, como alguien ha insinuado, para entretenernos y tapar otras asignaturas pendientes. Él no necesita esconder esas circunstancias, al contrario, las pregona sin ambages ni preocupaciones: ¿Impuestos? Para los ricos, hombre, para los poderosos. No le preocupa la flagrante obviedad de que la subida del IVA cae sobre las clases medias, él mira a la cámara, dice que así protege a los débiles y nos sonríe. España no quiere saber más… hasta que llegue la hora de que con nuestros impuestos (el zapaterazo) paguemos su dadivosa generosidad. Si para entonces puede decirnos que los brotes verdes se han convertido en la selva amazónica… ya tendrá su tercera fumata blanca.
Tampoco intenta tapar la nueva ley del aborto, eso ni le preocupa lo suficiente, es un tema con el que no pierde un minuto de su tiempo. Nos arrebata la patria potestad en asuntos de suma importancia, se contradice en su radicalismo sexualista pero ¿y qué?, ¿a quién le importa? ¿Acaso hay algún español que le preocupe? España convertida en el abortadero del mundo, píldora postcoital al alcance de todo adolescente salido. ¿Y…? La ética, la moral, la justicia, la dignidad, la trascendencia son valores que han sucumbido mercantilmente en este crematístico mundo. Pero si hasta el concepto de nación es muy discutido y discutible por Zapatero y su grey sin que los españoles hayamos abierto la boca, cómo le va a preocupar nada la reacción de la ciudadanía. Si él nos lo pide comemos en su mano.
Por cierto, mientras tanto la sanidad española ha retrocedido, situándose en el puesto 21 de la Unión Europea. En el año 2007 estábamos en el puesto 14. En 2009 nos llegamos a nivel de Europa del Este. Chachi, Zapa.
Estoy convencido de que Zapatero es perfectamente capaz de ganar las próximas elecciones generales. España es “asín” y el PP de Rajoy no digamos. Al español medio sólo le importa su bolsillo y “pasa” olímpicamente de otras consideraciones éticas, morales y políticas. Y como queda suficiente tiempo para las votaciones que decidan el próximo Congreso… tiempo tiene para arreglarlo y volver a ganar.
Pero con todo y con eso Zapahuero está de capa caída, se desliza paulatina e incesantemente por un tobogán de errores que le están llevando al descrédito incluso ante muchos de los suyos. (¿Han leído las últimas críticas del exministro Sevilla?) A Zapa de momento sólo le quedan la palabra y su mirada. Esa palabra huera y contradictoria pero florida y esa mirada de hielo adornada con una sonrisa enigmática con las que conquista a sus interlocutores. Pocas armas serían en otra persona, pero para Zapa eso es un arsenal con el que dirigir el mundo.
Está en descenso, no me atrevo a decir que en caída libre, y comete error tras error, sin tiempo para la rectificación se encuentra otro problema e inventa otra solución imposible. Lo de la foto no es más que otro error más, espectacular por novedoso pero venial: no nos va a costar un céntimo. Con él no intenta tapar nada, ni la subida de impuestos, ni la ley del aborto ni otras posibilidades que al lector se le pudieran ocurrir.
Mostrarnos la mala educación de sus hijas, bien porque ellas sean así o porque él no haya sabido o querido hacerlo mejor, no es más que Zapatero en estado puro. Que nadie le dé más vueltas, no intenta utilizar a sus hijas, como alguien ha insinuado, para entretenernos y tapar otras asignaturas pendientes. Él no necesita esconder esas circunstancias, al contrario, las pregona sin ambages ni preocupaciones: ¿Impuestos? Para los ricos, hombre, para los poderosos. No le preocupa la flagrante obviedad de que la subida del IVA cae sobre las clases medias, él mira a la cámara, dice que así protege a los débiles y nos sonríe. España no quiere saber más… hasta que llegue la hora de que con nuestros impuestos (el zapaterazo) paguemos su dadivosa generosidad. Si para entonces puede decirnos que los brotes verdes se han convertido en la selva amazónica… ya tendrá su tercera fumata blanca.
Tampoco intenta tapar la nueva ley del aborto, eso ni le preocupa lo suficiente, es un tema con el que no pierde un minuto de su tiempo. Nos arrebata la patria potestad en asuntos de suma importancia, se contradice en su radicalismo sexualista pero ¿y qué?, ¿a quién le importa? ¿Acaso hay algún español que le preocupe? España convertida en el abortadero del mundo, píldora postcoital al alcance de todo adolescente salido. ¿Y…? La ética, la moral, la justicia, la dignidad, la trascendencia son valores que han sucumbido mercantilmente en este crematístico mundo. Pero si hasta el concepto de nación es muy discutido y discutible por Zapatero y su grey sin que los españoles hayamos abierto la boca, cómo le va a preocupar nada la reacción de la ciudadanía. Si él nos lo pide comemos en su mano.
Por cierto, mientras tanto la sanidad española ha retrocedido, situándose en el puesto 21 de la Unión Europea. En el año 2007 estábamos en el puesto 14. En 2009 nos llegamos a nivel de Europa del Este. Chachi, Zapa.
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