Palencia es una emoción:

26 mayo 2011

Lo de Mouriño y Valdano

Permítanme empezar por el principio: el fútbol me interesa lo justito. Me pongo nervioso ante los partidos clave, dos o tres al año, de la selección o del Real Madrid pero difícilmente sigo la actualidad, no discuto de fútbol a la hora del café o del vermú, sino antes al contrario suelo encogerme de hombros si la situación se torna “discutidora”. Aún recuerdo a una mala persona, por otras razones, que siempre iba en contra del perdedor: si perdía el Barcelona se reía de los barcelonistas o de sus jugadores, si perdía el Madrid se reía de los madridistas. Jamás pronunciaba una palabra de satisfacción por la victoria de uno de los dos, sino exclusivamente de ofensa y burla a los derrotados. Ella era “asín”, penita.

Así que poco o nada puedo decir de la polémica entre Mourinho y Jorge Valdano, que ha terminado con la defenestración de éste. Conozco la trayectoria de los dos, conozco parcialmente lo que de su personalidad nos ha enseñado la tele y los periódicos y sé que ha terminado triunfador el portugués, hoy lo denuncia toda la prensa. Me traen al pairo las diferencias técnicas, tácticas o personales que entre ellos haya.

Pero déjenme que les hable de estilo y personalidad. Déjenme que les hable de que no aguanto al portugués, subido a su propio ego desde tiempo inmemorial, insoportable maníaco, ególatra insoportable, victimista irredento y confuso analfabeto social. Déjenme que les diga que no es ese estilo arrogante, faltón y de matón barriobajero el que quiero para mi Madrid. Puede que sea el mejor entrenador del mundo, puede, ni lo sé ni me importa, pero es la representación del orgullo mal entendido, no soporto cu jactancia, su engreimiento ni su endiosamiento. Si es el mejor entrenador del mundo más le valdría esforzarse en ser la mejor persona de su barrio, seguramente selecto, exquisito y distinguido.

No sé qué clase de profesional es Valdano, nunca lo he sabido ni nunca me ha importado, carezco de elementos para juzgarle como profesional, aunque no se me olvida que cumpliendo con su obligación competitiva le quitó ¿dos? ligas al Real Madrid. Vaya por lo tanto mi juicio en otra dirección ajena a lo futbolístico. Es persona culta, a veces llegando a ser hortera en sus enrevesadas declaraciones seudo filosóficas, pero no agrede ni falta al respeto a nadie, sea contrincantes, colaboradores, rivales o... árbitros, más allá de la crítica que en algún momento haya podido dejar caer.

Que el Real Madrid haya preferido al uno y desdeñado al otro me hace pensar que alguien está torciendo su rumbo y arrojando por un precipicio aquel señorío “bernabeuniano” que un día tuvo un club que se paseó por toda Europa cuando los españoles no podíamos salir salvo a trabajar a Alemania o Suiza.

No hay comentarios:

Seguidores del blog

Otros blogs míos.