La Policía Nacional ha entrado en
la casa del PP y no ha sido para desahuciarlo. La Guardia Civil hace visitas
frecuentes a la casa de UGT de Andalucía y no es para cortarles la luz por
falta de pago. Pero tengo vecinos y conocidos a los que por mucho menos les ha
puesto de patitas en la calle, con el invierno recién empezado, con lo que
hiela en esta estepa castellana.
Cabe suponer que en la sede de la
calle Génova sólo encontraron sobres usados pero vacíos y en la de UGT restos
de mariscos, pero las empresas eléctricas quieren subirnos sus precios un once
por ciento. Yo no sé si el lector encuentra la relación entre unas cosas y
otras pero yo sí. Se llama cara dura, injusticia, se debería llamar
delincuencia. A la derecha gobernante le trae al pairo, tras la amenaza del
once por ciento nos subirán un seis y todos contentos. Ah, y la izquierda…
¿o con la izquierda no han subido los precios básicos, recongelado salarios y
cerrado empresas? ¿Quién escondió la cabeza bajo el ala cuando la crisis que nos carcome asomaba la patita? ¡El inútil!
Somos meros instrumentos de los
poderosos, la diferencia entre unos y otros está solamente en los discursos
propagandísticos (no me refiero tanto a las palabras como a los gestos) que por
tradición han adoptado unos y otros. Cuando la derecha actualmente gobernante se
harte de hacer el gilipollas y sostenga un discurso de apariencia social, híper
protectora y populista le habrá comido el terreno a la izquierda habitualmente gobernante.
Todos ellos han llegado a acuerdos con bancos, eléctricas o grandes empresas,
pero además las han gobernado con consejeros de cajas de ahorros, muy
izquierdistas algunos, o nombrando asesores externos a los ministros cesados.
De todos los colores. No sólo hay que cambiar los partidos o la democracia,
sino el sistema por el que se rigen.
Hacen con nosotros lo que les
place sin que nada, absolutamente nada, podamos hacer. Si rodear el Congreso,
quemar contenedores o romper farolas como aquel Cojo Manteca sirve para algo
que venga Marx y lo vea. Tengo cada vez más claro que mientras este sistema
corrupto se mantenga debemos mantenernos debajo de las mesas con las manos en
la cabeza, como los japoneses cuando hay amenaza de terremoto, y clamar que
Dios nos pille confesaos. O Marx, a elegir.
No hay disimulo que valga, somos
meros instrumentos de los poderosos; tal vez en lugar de esperar bajo las mesas
con las manos en la cabeza deberíamos esperar a cuatro patas, con el culo en
pompa y los pantalones en los tobillos.
2 comentarios:
Ja, ja. Shin Chan, Shin Chan, por el culito te conozco. Y por su corrupción, conocerás a los partidos políticos de la Piel de Toro. Pero permita hacer esta apostilla. Mientras que en el caso de la financiación del PP, se trata de dinero de particulares, empresarios en su mayoría, que compran de conseguidores del partido ventajas: concesión de servicios, obras, trabajo, etc, en las administraciones en que tienen poder decisorio. No olvidemos que uno de los pilares de la transición política ha sido el que la financiación de los partidos se logrará en dinero negro. De todos los partidos, al parecer. Es innegable que esta financiación es ilegal, es corrupción, amén de poder subsimirla en varios delitos penales. Pero el caso de UGT Andalucía debe recibir un reproche moral y penal mayor aún que en el caso pepero, por la gravedad y la cuantía de lo defraudado. En este caso, no se trata de obtener dinero de particulares a cambio de favores, sino de rapiñar directamente dinero público, que, en lugar de ir destinado de manera mediata o inmediata a la formación de los parados (y por tal motivo se confía a UGT, como entidad colaboradora en este fin), es distraído para la financiación del propio sindicato, cuando no a la financiación directa de los artífices de esta rebatiña. Gracias, nuevamente, por su artículo.
Corrupción es siempre corrupción, cuando se paga a los partidos, sindicatos o altos funcionarios por ser lo que son es que la sociedad va por mal camino. El problema es que la sociedad lo sabe y lo consiente, nos parece parte de nosotros mismos, lo toleramos...
Habría que empezar por meter mano al sistema de financiación de los partidos, son el mal ejemplo que sigue la sociedad, se sabe y no pasa nada, se tolera y se toma ejemplo... Así nos va.
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