A España le tiene que resultar difícil ser España. Últimamente se amontonan las circunstancias que evidencian lo tortuoso que resulta ser español, a veces me dan ganas de nacionalizarme andorrano o de las islas Fiyi.
A Rafael Nadal le quieren conceder el doctorado honoris causa por la universidad de su tierra. Como deportista se le reconoce miembro de una élite de privilegiados, que a su cualidad innata ha añadido años de esfuerzo titánico para luchar y mantenerse en ese grupo de esforzados a los que todos envidiamos. Como persona... ¿Cabe un mejor yerno que él? Y sin embargo, Rafa, el gran Rafa, se ha visto obligado a renunciar a tan hermoso reconocimiento... Las divisiones y disensiones entre los miembros de la universidad le han impulsado a rechazar un honor similar a otros que personajes con menos mérito han recibido. El problema de Nadal es ser discreto, callado y no proporcionar escándalos.
El problema de Nadal es no ser Belén Esteban o Kiko Rivera. El problema de Nadal es no ser homosexual, independentista o radical de izquierdas, licencias bajo las que algunos toleran todo. El problema de Nadal es no haberse ido a Cuba o no haber criticado a los gobiernos, sí, en plural, qué más da, ni acudir a la gala de los Goya a armar la marimorena. Somos un país de profesores de universidad con título de porteras honoris causa, somos gentes chabacanas, que hacemos del desprestigio y de las malas mañas causas beatíficas a las que sacrificar de ve en cuando una víctima propiciatoria.
A España le tiene que resultar difícil ser España. Que un grupo de policías sea masacrado inmisericordemente por un grupo de delincuentes porque sus mandos quieren quedar guay ante los enviados internacionales sólo puede ocurrir en España. Si la policía sale a la calle a enfrentarse a los violentos yo no tengo dudas, estoy con la policía. Son los que me protegen, los que me sirven a cambio de un mísero sueldo, los que salen a defender las leyes, los que salen a defender las cristaleras de mi negocio o mi coche aparcado; son los que impiden que un asesino borracho me arrolle por las carreteras. Que los mandos hayan preferido, sin duda atendiendo órdenes o sugerencias políticas, dejar que los delincuentes camparan a sus anchas por las grandes avenidas de Madrid en vez de defender los intereses de la sociedad indica alguna deficiencia social, alguna carencia de lógica dolorosamente española. A España le tiene que resultar muy difícil ser España.
Que a dirigentes socialistas les cueste dejarse fotografiar con la bandsera de España... tiene que ser difícil de entender. No, con la de Cataluña y la de Europa, no. Cpon la de España sí. En ese momento van y dicen que su bandera es la de la solidaridad. Manda cataplines. Lo que tiene que costarle a España ser España
Que a dirigentes socialistas les cueste dejarse fotografiar con la bandsera de España... tiene que ser difícil de entender. No, con la de Cataluña y la de Europa, no. Cpon la de España sí. En ese momento van y dicen que su bandera es la de la solidaridad. Manda cataplines. Lo que tiene que costarle a España ser España
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