De intransigentes está el mundo lleno. Y España especialmente, es uno de nuestros males históricos. ¿Cuántas guerras civiles llevamos a la espalda? Ahora mismo la crisis económica saca lo peor que hay en nosotros, las dificultades elevan la tensión y crispan los nervios.
A Rafa Nadal no le dejan ser doctor honoris causa por la universidad de su tierra por no ser políticamente correcto, le falta gancho de izquierda y macarrería en el vestir y en el hablar. A Shakira no la dejan cantar en catalán porque... ¿Por qué no la dejan cantar en un idioma español? Y si fuese en inglés.... ¿Podría? De memos e intransigentes, repito, está España llena. Es la malo de la intransigencia de algunos catalanistas... Que sacan lo peor intransigencia de algunos españolistas, rematados locos todos.
Deberíamos sentirnos orgullosos de ser tan ricos y culturalmente diversos, España es un chollo en ese sentido, tener cuatro idiomas españoles debería enorgullecernos. La parte mala la aportan aquellos memos que usan los idiomas como arma arrojadiza en vez de usarla para unir y amarrar voluntades. Me molestan tanto los separatistas como los separadores, me molestan los intolerantes, los que creen que el enemigo es todo el que piensa distinto, el que habla distinto.
Aquellos memos que obligan a rotular y a hablar en catalán se corresponden con los memos que impiden cantar en catalán. Bueno, aquellos que quisieran prohibir cantar en catalán y de momento se conforman con criticar a quien tiene el buen sentido de hacerlo porque les da la gana.
Hacen tanto daño los separatistas como los separadores, unos y otros sobran.
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