Yo ya sabía en qué mundo vivo,
desgraciado mundo, mundo en el que mientras nos desahucian de nuestras casas
algunos cobran dinero negro, mientras despiden a obreros sus sindicalistas
celebran mariscadas. Perro mundo, el hombre es un lobo para el hombre. Yo ya
sabía, tengo los pies en la tierra, que no falta quien se alegre del mal ajeno.
Hijos de puta.
De nuevo los cabrones. Lo mismo
que sucedió cuando la delegada del Gobierno en Madrid sufrió un accidente. Los
mismos. En cuantito la presidenta de la Diputación de León cayó asesinada los
mismos cabronazos manifestaron su satisfacción. Twitter testigo. Testigo de lo
hijodeputa que son algunos. Serán los mismos que defienden la democracia, la
honradez.
Son los mismos que están tan convencidos
de tener razón que nos la impondrían a sangre y fuego a aquellos desgraciados
que no pensamos como ellos. Porque estamos equivocados. Son los mismos
convencidos de que su partido, extremo, nos llevaría a la felicidad definitiva,
a la utopía socialista, aunque para ellos la solución sería aplastar al contrincante.
La solución final, vaya.
Porque para ellos los que piensan
de otra forma no son rivales, son enemigos. Fascistas de izquierda. Nazis que pretenden
exterminar a la maldita raza que osa pensar diferente. Estalinistas.
Leninistas. Asesinos. Lobos para el hombre en nombre del hombre. Si te masacran
en nombre de la nación o del obrero, ¿cuál es la diferencia? ¿Cuál es la
diferencia entre un hijo de puta de derechas y otro de izquierdas?
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