A veces hay que recordar lo obvio. Vivimos en un sistema
brutalmente capitalista con leves manchas de interés social. Las diferencias
entre los principales partidos radican no en el sistema sino en la intensidad
de esas manchas. No hay más diferencias, no hay otro sistema.
A veces hay que recordar lo obvio. La crisis del capitalismo
en España empezó con Zapatero, que la negó obcecada y torpemente. Cuando no
tuvo más remedio que reconocerla la mindundeó, inventándose brotes verdes que
nadie más veía. Su ministro de Economía mintió deliberada y reiteradamente en
un debate televisivo con su principal rival. Presidente y ministro regaron
España de carriles bici y tapias nuevas, endeudándonos y tirando un dinero que
ahora necesitamos.
A veces hay que recordar lo obvio. Rajoy aceleró y
profundizó la pérdida de salarios y derechos de obreros, trabajadores y
funcionarios. Lo ocurrido en desahucios, despidos y cierres de empresas había
empezado ya con los socialistas pero Rajoy no lo corrigió, siguieron perdiendo
los más débiles.
Cuando esto ocurría, con uno y con otro presidente, cuando
dependientes, jubilados o enfermos perdían derechos, cuando se reducían las
becas o cuando se contrataban menos maestros, algunos sindicalistas putrefactos
celebraban con mariscadas pantagruélicas los éxitos de los ERE's en los que
intervenían, en el PP se repartían sobres sin nigún control y se malgastaban
millones de euros en obras realizadas por encima de lo presupuestado o que
incluso no se realizaban.
Todo esto enmarrana una sociedad que tiene seis millones de
parados, de los que según se acaba de informar solamente dos millones reciben
la prestación por desempleo. Si esto no es capitalismo bruto ¿qué otro nombre
podemos darle? Con lo rápido que se echa a la calle a los obreros, con lo
rápido que se desaloja a las familias que no pueden pagar su hipoteca -algo no
menos salvaje que el sistema capitalista- cuánto se tarda en castigar al
responsable de esas mariscadas indignas, a los de los sobreprecios en las obras
públicas socialistas o a los que se esconden detrás de esos infamantes sobres
de la calle Génova. ¿Qué ha hecho o dicho Rajoy de todo esto?
En esto están de acuerdo. Esto no lo debaten más allá de la
basta demagogia parlamentaria, siempre en busca de un titular periodístico,
siempre apoyándose en el sectarismo.
En el fondo están de acuerdo en que usted pague más y reciba
menos, a veces hay que recordar lo obvio.
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