Y Europa entera, y después... el mundo entero caerá bajo nuestros alfanjes, toda la población mundial vivirá sometida a Alá o perderá la cabeza... Por las buenas o por las malas. El mundo vivirá un califato universal que crecerá y se multiplicará bajo la influencia de Muhamad y bajo el poder de Alá.
Los musulmanes no tenemos reparos en hacer saber a todos los infieles que serán sometidos a la sharia de una u otra forma, el mundo es actualmente testigo de nuestro poder. Tiempo al tiempo y venceremos a los infieles. Conversión o crucifixión.
Observen los estúpidos occidentales cómo el islam es aceptado por millones de turcos que democráticamente, como a ellos les gusta, han elegido a un islamista (que preconiza que la mujer nunca debe sonreír en público) como presidente de su república, de una república que aspira a entrar en la propia Unión Europea ¿Hay otras palabras que llenen más la boca de los occidentales que democracia y república? Bien, pues toma Turquía en toda la boca. Mientras el cristianismo es rechazado por una población cada día más agnóstica, más laica y más anticristiana, mientras mayoritariamente los occidentales echan a la religión de sus vidas..., toma Turquía, toma religión, democracia y república en una sola dosis. Mientras para nosotros la religión es unión, es fuerza, es avance, para ellos es división y por lo tanto retroceso y miedo.
Por las buenas o por las malas, decía. Mientras los cristianos (hablo de cultura cristiana, la religión cristiana ha dejado de influir en el mundo) nos aceptan, nos protegen y nos avalan, nosotros vamos conquistando sus países desde el interior, con el vientre de nuestras mujeres, aumentando cada día las cotas de poder e influencia en sus sociedades que nos otorgan con su democracia y su tolerancia.... Toma islam en sus calles, plazas y mercados.
Mientras ellos se la cogen con papel de fumar a la hora de tratar con nosotros, no vaya a ser que nos cabreemos, no vaya a ser que no se cumplan escrupulosamente las normas de convivencia, respeto y tolerancia que se han otorgado, creyéndose los superhéroes de los valores éticos y morales, mientras vamos corroyendo su interior, también sabemos sacar el alfanje y cortar cabezas de los infieles, a las fotos de actualidad me remito, o bombardear inmisericordemente a todo el que no sigue los dictados de Alá, ahí tienen ustedes las cabezas cortadas, los cuerpos destrozados por nuestras bombas de los yazidíes o de los cristianos iraquíes. Y no, efectivamente, Occidente jamás ofrecerá resistencia a nuestro poder... o lo harán tarde y débilmente, como es el caso, cuando ya llevemos muchas ciudades arrasadas y muchos cuerpos desmembrados. Mientras Occidente se preocupa de defender a sus mujeres nosotros las esclavizamos en nombre de Alá.
La debilidad de Occidente es nuestra fuerza. El mundo será nuestro, incluso esos musulmanes débiles y que han optado por la convivencia con los infieles, apoyándoles con su fuerza laboral en su desarrollo económico, aceptando las normas sociales de los infieles, conviviendo con ellos en las ciudades occidentales, serán barridos, serán considerados enemigos si no se suman a la yihad. Alá es grande y se impondrá violentamente si es necesario incluso a estos musulmanes moderados que viven integrados en una sociedad cristiana y por lo tanto sacrílega y antagonista del verdadero islam que los verdaderos musulmanes defendemos.
El mundo actual sólo tiene dos caminos: Alá o muerte.
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