Aunque nos pidan perdón no basta, la catástrofe a la que nos han conducido es de tal calibre que no es suficiente con que pidan perdón. Existe una responsabilidad que no pueden eludir, a nadie se le perdonan sus errores por el hecho de que ponga carita de pena y nos diga cuánto lo siente. Sólo los niños obran así.
Pero somos adultos y nos jugamos mucho. A cualquier trabajador se le exigen todas las responsabilidades pertinentes, ¿por qué íbamos a ser condescendientes (e infantiles) con quien nos conduce a esta situación bochornosa? Porque no es solo la catástrofe económica y social, es el bochorno internacional, el ridículo global en el que hemos caído, empujados por nuestros dirigentes. Desde todo el mundo nos señalan con el índice y se apartan de nosotros.
Rajoy, el eterno rostro de piedra, inmutable, insensible, inescrutable, inalterable, parece poseer espaldas tan anchas como para resistir sin pestañear tanta codicia de sus subordinados, y para soportarla mientras los españoles somos embargados o despedidos y, en el mejor de los casos, se nos permite vivir... sobrevivir con el sueldo embargado ¡cinco años! ¿Cómo no le espanta esto, cómo no sale públicamente a cubrirse cabeza y hombros de cenizas, comprometiéndose a ayunar públicamente mientras el sufrimiento de sus súbditos, (sí, súbditos) no finalice?
¿Y los socialistas que con Pedro Sánchez se hacen ahora de nuevas, escondiendo su cabeza, tan sucia y corrupta como las demás, cómo no reconocen igualmente sus pecados contra la sociedad? ¿Cómo no ajustician, al menos moralmente, al inepto que negó la crisis mientras pudo, la ninguneó después y finalmente nos la hizo comer con patatas a todos? ¿No empezaron con él los desahucios? ¿Y los despidos? ¿No deben estos políticos que se envuelven en la oratoria obrera pedir disculpas por todos los ERES falsos, por toda la corrupción que desde González si queremos ser justos, nos ha comido a los ciudadanos el fruto de nuestro esfuerzo y lo ha escondido en Suiza? ¿Cómo se vuelven ahora tan cínicos para ocultarnos la realidad y pretender trasformar lo que ha ocurrido? ¿De pronto se han vuelto honestos? ¿Por qué no tomaron cuando pudieron las medidas que ahora reclaman? ¿Así defienden al obrero?
PP y PSOE nos han encaminado durante años a la catástrofe y ahora pretenden mirar para otro lado y que les perdonemos, pero su latrocinio y su incompetencia demostrados durante años nos obligan al bolivarismo, nos entregan atados de pies y manos en brazos de quienes han conseguido que Venezuela tenga que importar petróleo, que sus supermercados estén desabastecidos hasta de papel higiénico o que la delincuencia haga imposible salir de casa. Por no hablar de lo que sucede con la oposición. O con periodistas y blogueros.
¿Y quieren irse de rositas solo por pedirnos perdón? ¿Y de su responsabilidad cuándo hablamos?
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