Hoy una televisión de pago ha
publicitado en tuiter sus películas con un lugar común: “¿A no hay huevos?”. Es tuiter insisto. Ya. Yo les
he contestado simplemente con una palabra: “¿Huevos?”. Enseguida se me han
lanzado encima unos pocos tuiteros, muchos menos de lo que yo esperaba, a
llamarme “Ofendidito”. He tenido que defenderme y decir que yo en la tasca de
enfrente, en el bar de la esquina o por la calle oigo y uso esas expresiones
pero no en la publicidad de una televisión.
Miren, yo también digo tacos, los
tacos existen en todos los idiomas y están inventados para algo. Por algo. Esa
no es la diferencia, ese no es el problema. La diferencia está en la cantidad,
en la frecuencia y en el “tamaño” de los tacos. La diferencia está en que en
España lo políticamente correcto es decir “tócame los cojones”, o “mecagüen la
puta” o “la madre que te parió” o “me suda la polla” o “estaba acojonao”, simplemente
porque si no lo decimos no parecemos suficientemente machotes. No somos suficientemente
hombres. Y hay que ser machotes. Les puedo hablar de países donde decir “culo”
ya está mal visto y los hombres son tan machotes como los españoles.
En España lo incorrecto es ser correcto. Es la España de los valores
invertidos, la España que se quema las pestañas viendo toda la miseria que han
desparramado algunas televisiones a cuenta del niño caído en un pozo. Horas y
horas buscando las lágrimas. La sangre. Las vísceras. Ese periodismo que han
disfrutado millones de españoles este fin de semana. Inversión de valores. La España
que cuando se abre inesperadamente una puerta dice “Hostia, qué susto, cacho cabrón”.
Esa España de miseria.
Cada país labra su lugar en la
historia a lo largo de siglos, con sus vicisitudes, con sus héroes y sus
traidores. Pero sobre todo con el nivel cultural de sus gentes. En la España de
los “dos cojones” creemos que ser liberado, ser machote, ser progre (pongan
ustedes la palabra que les apetezca) es decir “¿A que no hay güevos?” cada vez
que queremos proponer algo interesante, estemos con quien estemos, donde
estemos. Incluso como imagen pública de
una televisión. Curioso país el nuestro en el que los fascistas son acosados
por los demócratas, en el que decir tacos es cultura y es más culto el que más
gordos los diga.
Espero con nervios y ansia la próxima
publicidad de Banco Santander, Seat o El Corte Inglés, a ver si pronto incluyen
“mierda” o “dos cojones” entre sus expresiones para atraer clientes. Porque a
veces España es así. Porque a veces España es “asín”. La España que ha
disfrutado con la muerte de Julen es asín.
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