Otro tren se ha vuelto a parar. Otra vez. Otra vez en Extremadura. Nada tengo que ver con esa región; nada, salvo dos o tres visitas turísticas, me une a ella. Pero es la imagen de la España que durante cuarenta años de democracia y cuarenta de Franquismo hemos apoyado todos.
Estamos todos, lógica y justificadamente, preocupados con el catalanismo desbocado y mientras tanto nos está quedando una España de mierda, ustedes perdonen. Desde Franco, insisto, no me llamen ustedes nada antes de tiempo. Franco quiso instalar la SEAT en Barcelona, donde no había paro, donde no sobraba mano de obra, en vez de hacerlo en Castilla, digamos. Sí, con Castilla, madre de España junto con Aragón, sí, ya sí, ya tengo mucho que ver. Donde se habían quedado miles de campesinos en la calle, fruto de la mecanización del campo, no había fábricas y el régimen franquista no la quiso instalar. No, ahí no. En Barcelona. No, en Extremadura no. En Barcelona. En Valladolid se instaló la empresa privada, la Fasa, la Renault, venciendo obstáculos y carencia de apoyos del régimen. Contra el régimen.
En la democracia también hemos apoyado con nuestros votos a los que han apoyado esta España asimétrica, esta mierda de España que favorece a sus enemigos. En democracia hemos apoyado que dos regiones, el País Vasco y Navarra, tuvieran un régimen fiscal privilegiado. Chollos. Ventajas legales e injustas. Si montas una fábrica en Álava tienes apoyos y ventajas fiscales que no tienes si la pones al otro lado de la raya, en Miranda de Ebro, por ejemplo. España apoyando a sus enemigos, a los que la ofenden y maltratan. Apoyando a los que agitan el nogal y a los que recogen las nueces.
Esos son los orígenes del independentismo catalán, si nos olvidamos de su corrupción. Querían ser como vascos, querían ser como Dios, querían los mismos privilegios vascos, los privilegios de una Hacienda Foral propia. Panda de avaros, panda de corruptos. Y el PP y el PSOE apoyando esto durante decenios. Con nuestros votos, con nuestros dineros. Contra España.
Para que España pague a sus enemigos Extremadura no tiene tren, no puede tener tren. Para que España pague el progreso de Cataluña Castilla no tiene fábricas, no tiene economía, no tiene futuro, no tiene más que despoblación, desolación, desierto. Jubilados. Juventud emigrada. Una España de mierda que paga a sus enemigos.
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