Palencia es una emoción:

22 agosto 2007

Gallardón se equivoca

A mí siempre me han gustado los políticos que han jugado a Pepito Grillo, los que se pasan por la sobaquera las disciplinas de partido, los que suelen hablar con voz propia y desoyendo las órdenes tan sobadas siempre del líder. Siempre he sentido simpatía especial por aquellos políticos que gustaban de lo políticamente incorrecto. Me gustan gentes como Pepe Bono, un socialista que suele hablar de aquellas cosas que otros callan, o Ruiz Gallardón, ese “verso suelto” del PP que tiene tantos enemigos dentro como fuera de su partido.

Personajes de este calibre aligeran y refrescan la vida partidaria que sin ellos sería demasiado monótona y repetitiva. ¿Se imaginan ustedes dónde iría España con seis o siete “Pepiños Blancos” o con un equipo de Ángeles Acebes? Pa echar a correr y no parar hasta más allá de los Pirineos. ¿Qué tal si clonáramos a Arzallus o a Ibarretxe y luego los soltáramos por plazas y calles? Miren, yo lo tengo claro, prefiero a Bono y Gallardón, aunque ambos en sus múltiples salidas de tono puedan mear fuera del tiesto, como cuando José Bono se fue a la parroquia roja de Entrevías a comulgar... rosquillas.

O cuando Ruiz Gallardón pone en un aprieto a su propio partido, que también. Al PP le ocurre que cuando el PSOE monta alguna pifia, como ésta de Navarra, le da envidia o tal vez miedo de ganar las elecciones, se encarga de meter la pata hasta más lejos que Zapatero, como acaba de demostrar el reelegido presidente navarro, y no le importa aparecer como culpable de los errores de otros... con tal de aparecer

Porque lo de Ruiz Gallardón puede encuadrarse dentro de las meteduras de pata propias del PP. Pero permítanme empezar por decir que en el partido conservador necesitan mucho a alguien como el alcalde de Madrid, aunque no por alcalde, como a modo de excusa pretende él colar, sino por mente innovadora y diferenciada, de cuyos consejos no deberían prescindir en un partido que aspira a gobernar España.

Pero ahora debería haber permanecido calladito. Estamos tan cerca de unas elecciones que nada de lo que se diga es inocuo. Todo cuanto se diga puede ser, y sin duda lo será, utilizado en contra del propio parlanchín y su partido. Además, la insistencia en la petición no está especialmente bien vista en el mundo de los adultos, cuando uno saca demasiado la cabeza para que le vean le puede pasar que alguien se la corte. Todos conocíamos ya las intenciones de Gallardón, pues él mismo se había encargado de hacerlas públicas. Su reiteración está de más, no ayuda a su partido y le perjudica a él. Le perjudicará.

No hay comentarios:

Seguidores del blog

Otros blogs míos.