Palencia es una emoción:

30 mayo 2010

¿Y si las Cortes no hubiesen aprobado el decretazo de Zapatero?

Mariano Rajoy, el segundo error de Aznar, se equivocó al votar en contra del decretazo de Zapatero. Si no hubiese sido aprobado las complicaciones económicas y políticas habrían sido mayúsculas y España y los españoles estaríamos metidos ahora en un pozo de muy difícil salida.

Cierto que estamos en estos graves momentos debido sobre todo a la inutilidad de un presidente dontancredo que durante dos años ha soportado impasible el lento hundimiento de España en la ciénaga de economía nacional. Cierto que Zapatero ha llenado sus discursos durante todo este tiempo de palabras tan vacías como poéticas e inútiles; cierto que si se hubiera remangado dos años atrás y se hubiera enfrentado a la realidad en vez de edulcorarla ridículamente no estaríamos ahora con el agua al cuello. Pero cierto es también que sin las soluciones ahora adoptadas (aún por presiones extranjeras, pero es que vivimos en un mundo interrelacionado en el que todos hemos ido dejando independencia para construir otro mundo supuestamente mejor), exactamente las mismas que se negó obstinada y obcecadamente a tomar en estos años, el atolladero en el que nos encontraríamos necesitaría varias generaciones de españoles para ser deshecho.

De no haber sido aprobado este decreto, que carga sobre pensionistas (¡los más débiles, ay, la política social de Zapatero!) y funcionarios, esa clase media española de la que viven innumerables comercios, obreros y autónomos, seríamos el hazmerreír de todo el mundo, las grandes naciones nos mirarían con desprecio y las más pequeñas aludirían a nosotros con conmiseración.


El más inteligente de cuantos partidos están en Las Cortes fue CiU, que revistió de seriedad y responsabilidad sus propios intereses. Mientras Durán i Lleida pedía la dimisión de Zapatero, emplazándole para los próximos presupuestos, nos ofrecía su aspecto discreto y sereno. De estadista. Aunque por el medio andan las elecciones catalanas y sobre todo la sentencia del estatuto que apenas votó... un 30 % de los catalanes. Veremos a qué precio nos sale a los ciudadanos cada palabra del severo discurso de Durán.

Con lo desapercibido que habría pasado este hombre si Rajoy y sus huestes se hubiesen abstenido. Hace tiempo que comento que el PP ocupa el espacio de dos partidos políticos, en él hay dos almas opuestas y en esta ocasión ganó el alma más radical. Por cierto, también hay dos líderes en la recámara madrileña dispuestos a arrancarse los pelos en cuantito Rajoy haga mutis. 


Si es que esperan.

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