España me la refanfinfla.

Miren, señores, he sido madridista profundo las tres cuartas partes de mi vida. Al final he conseguido aprender y preocuparme sólo de lo trascendente. Me preocupa mi trabajo, me preocupa la crisis, ésa que según Zapa no existía… me preocupan demasiadas cosas como para ocuparme del Real Madrid y de sus inacabables problemas.

Me importa un comino que su presidente sea de mi pueblo, o de al lado, qué más da, me importa un bledo la, al parecer, caótica asamblea de sus socios. ¿Con la que está cayendo creen ustedes que voy a pararme en ver si la pelotita entra o no entra en el lugar adecuado? Miren, la crisis del Real Madrid me trae al pairo.

Su presidente me la refanfinfla, Raúl me la refanfinfla, el resultado del finde que viene me la refanfinfla. Todos ellos y sus circunstancias me la refanfinflan. Porque ellos intentan comerme el coco, distraerme, hacer que se me olviden las circunstancias por las que estamos pasando, para eso han inventado el… opio.

Oiga, ¿es que los españoles no tenemos otras cosas de las que preocuparnos? ¿es que las conversaciones cotidianas han de girar sobre Schuster, como se escriba, Juande y si el centro delantero ha estornudado al levantarse o si ha tenido buena puntería al hacer pis a primera hora? España me la refanfinfla… Mejor: Esta España me la refanfinfla, ¿es que no tenemos mejores ocupaciones, mejores distracciones, mejores conversaciones, mejores alternativas?

La España de charanga y rulos en la cabeza me la refanfinfla, la España de Pantojas, Norias y Corazones de invierno me la refanfinfla, la España intrascendente, obediente, callada y sumisa me la refanfinfla. ¿Para cuando dejamos la revolución de nuestra juventud pasada, para cuándo enfrentarnos a nuestro destino, para cuándo dejamos hacerle una pedorreta mayúscula al Gobierno y a la oposición?

Ya voy siendo mayor, empiezo a cansarme de esperar la revolución pendiente, ¿alguien puede hacer en mi nombre un corte de mangas al mundo, a la sociedad, al gobierno y a la oposición?

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(A las doce y media de la noche. O más, creo)

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Una España tan bien educadita, tan mansa y acallada que sigue teniendo en sus dirigentes el perfecto espejo que refleja sus esencias dramáticas me la refanfinflar. Me la refanfinfla una España tan resignada que calla, menea la cabeza con aire de resignación y acepta entre sus dirigentes a personajes como el alcalde de Getafe, que insulta a todos los que no piensan como él, o tolera al presidente de la Diputación de Castellón que piensa depositar sus podredumbres fisiológicas sobre la sede de IU.

Me la refanfinfla esta España de Pantojas y Cachulis que no lee un periódico, que viaja quince días al Caribe, se pone un pulsera y no sale del hotel porque allí tiene todo lo que necesita: sol, playa y a la parienta cerca por si entran las ganas. ¿Pensar, aprender, conocer, ver? Se la refanfinfla.