Carmen Chacón, ambigüedad y ambición

Carmen Chacón ha hecho de sus silencios y de su permanente discreción su mejor arma para hacerse con el puesto de Rubalcaba... y con el puesto que Rubalcaba persigue. Pocas veces desde que fue derrotada por el actual secretario general del PSOE ha manifestado opiniones que centraran sobre ella los focos de la actualidad. Su táctica parece ser dejar decir, dejar hacer... y dejar que el tiempo desgaste las posibilidades de su rival.

Trata con su interesado silencio de no quemar las posibilidades de acceder a la presidencia del Gobierno tras el desastre que intuye en Rubalcaba. Intenta que se olviden posturas propias siempre cercanas al nacionalismo catalán, interesantes para "rascar"  unos votos en su circunscripción concreta pero que son difíciles de entender si desea pescar votos en toda España. Su estrafalaria defensa del célebre autor de la "puta España" puede restarle votos ...si no consigue que se olvide. Sin embargo están ahí presentes tantas votaciones comprensivas con las posturas catalanistas, inmersión lingüística incluida, con el consiguiente desprecio a los castellanoparlantes.

Sin embargo, tras tantos silencios llamativos, hay ocasiones en que no queda más remedio que manifestarse públicamente... porque el silencio puede ser también excesivamente clamoroso en determinadas ocasiones. A veces nada hay más llamativo que la ambigüedad calculada.

Es lo que acaba de pasar en el Parlamento, en las Cortes, cuando la escisión socialista que puede acabar con la extraña situación de que el PSOE no exista en Cataluña. Llamada a votar la grey del PSOE, y dividido éste en dos grupos contrapuestos con los riesgos que puede acarrear, Carmen Chacón, dispuesta a no mojarse, a no quemar sus naves camino de la secretaría general del PSOE, no se alineó ni con unos ni con otros ni todo lo contrario. No votó afirmativa ni negativamente, tampoco apretó el botón que hubiera señalado su abstención, simplemente hizo el don tancredo, "pasó" del tema, si los lectores me permiten utilizar una vulgaridad que creo está cayendo en desuso.

No contigo ni sin ti hasta que haya ganado la batalla, ni contigo ni sin ti mientras sea posible mi indefinición, ni contigo ni sin ti mientras se me permita el disimulo. El gran problema puede venir el día en que esta política tome el poder en sus manos y pueda manifestar claramente sus intenciones de favorecer económica, política y culturalmente a una parte de los españoles; conocido es que el PSC piensa que Cataluña necesita una hacienda propia y más fondos económicos, que necesariamente habrían de salir del bolsillo común. Conocida es la postura del PSC sobre el expolio de Cataluña.... ¿Pero los impuestos no los pagan los individuos? ¿Se paga más en Cataluña con los mismos ingresos que en Valladolid?

Claro que si llega a donde quiere, recordemos que Zapatero llegó y llegó porque el PSC de Maragall lo quiso, será también porque el PSOE lo acepta y porque cerca de doce millones de españoles lo habrían votado
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Dejo para mañana sábado el artículo publicado hoy viernes en prensa de papel "Treinta años de tontería", sobre el estatuto de Castilla y León