Me está pasando aquello que yo
criticaba a mis mayores: Que todo lo veo negro. El futuro, quiero decir, va a
peor, la sociedad no tiene remedio y sólo un cataclismo grande nos salvará de
otro peor.
Sí, ya sé que no es verdad, que
exagero, que estoy tan equivocado como me lo parecían a mí los que entonces
eran mis mayores, pero si miran ustedes a su alrededor y un poco más allá quizá
me den algo, sólo un poco, de razón.
De nuestra deriva social hemos
concebido una (parte de la) juventud a la que hemos dado todo hecho sin pedirle
ningún esfuerzo, que a veces ni tiene que estudiar para pasar curso y que ha
puesto en la barra libre del sexo y en el alcohol de garrafa sus esperanzas de
futuro. ¿Responsabilidad, nobleza, altura de miras?: Señores, visiten el botellón
de nuestra ciudad y saquen conclusiones.
De nuestra deriva social hemos
tutelado una (parte de la) sociedad ¿adulta? que si antes pensaba en irse de
vacaciones al Caribe ahora sólo piensa en ver si llega antes el fin de mes o el
fin del dinero. Bueno, y también en el partido del siglo que hay cada semana y
en tocar las gónadas procreativas a su vecino de enfrente. ¿Seriedad,
trascendencia, sensatez?: Señores, vean la televisión (Splash, Mira quien
salta, Gran Hermano) y saquen conclusiones.
De nuestra deriva social hemos
elegido a (unos cuantos) políticos a pesar de haber sido condenados por
corrupción o por acoso sexual -¡y todos encontraron compañeros para su lista
electoral!-, a un presidente de Gobierno que no aclara la corrupción que
enmaraña su partido y a una oposición que se llena la boca de superioridad
ética y de derechos femeninos (¿El aborto, un derecho?) mientras pacta con
repugnantes acosadores sexuales…"para apartarlos de la política y hacer un
favor a la sociedad". Y no se le cae la cara de vergüenza al que mintió
tan torpemente para esconder su ambición (todo por una alcaldía más) y su falta
de escrúpulos. ¿Honestidad, entrega y servicio al pueblo?: Señores, lean los
periódicos cada mañana y cáiganse del guindo.
Sé que todo es porque inevitablemente
voy cumpliendo años, me voy haciendo mayor y empiezo a no comprender un mundo
cuya velocidad de evolución me supera, con lo que mis complejos aumentan en
número y tamaño, quedando reflejados en la mala leche con que habitualmente me
enfento a esta sociedad.
Sí, es cierto todo ello, pero no
me digan que cuando piensan en Gürtel, Bárcenas o lo de Ponferrada no me dan un
poquito la razón.
2 comentarios:
un poco no, don Pedro. Tienes más razón que un santo. Pero claro, yo también voy camino de "mayor" ;-)
Gracias, Vicente, buen amigo. Debe ser el rumbo inevitable de los tiempos ...o del tiempo que hemos cumplido ya.
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