Al PSOE le sienta fatal perder, nos lo han demostrado con demasiada frecuencia. Las derrotas les sientan fatal y no saben gestionarlas sin acuchillarse unos a otros. Estamos viendo cómo se disparan dardos envenenados desde instancias muy altas. Muy democráticamente. Diciendo lo mucho que se respetan al mismo tiempo que se clavan alfilerazos. Muy civilizadamente. Son el perfecto ejemplo de lo que no queremos los ciudadanos. El perfecto ejemplo de lo que hemos censurado en las pasadas elecciones europeas.
El PSOE se está equivocando en sus movimientos, como el PP, para el que no pasa nada, se equivoca en su dontancredismo. Los ciudadanos esperábamos que debatiesen las razones por las que han perdido, que entre todos encontrasen una explicación al mensaje popular, pero han vuelto a las andadas, a las mismas que cuando Joaquín Almunia, que cuando Josep Borrell. Se repiten las circunstancias, se repiten los comportamientos.
Y puestos a ser exigentes, puestos a buscar rectificación, puestos a buscar la perfección, esperábamos también reconocimiento de culpa, de los errores cometidos cuando el pacto del Tinell, de los errores cometidos cuando con los ojos cerrados se prometió aceptar lo que saliera de aquel Palament que estaba preparando un nuevo Estatut. Todo eso esperábamos de quienes aspiran a dirigir nuestros destinos.
(Lo que no esperábamos era que al PP no le importara haber perdido dos millones y medio de votos) Esperábamos resurrección, lo que no esperábamos eran enfrentamientos cainitas, que entre compañeros internacionalistas se pusiesen zancadillas y se empleasen añagazas infantiles para arrimar el ascua egoísta a su sardina egocéntrica.
Señores socialistas, a los ciudadanos nos da igual quién nos mande, nos basta que sean gente preparada, culta y bastante viajada, pero no nos dan igual las ideas. Necesitamos ideas porque hay seis millones de parados, porque hay familias sin ingresos, porque hay corruptos en la calle, porque hay gente sin casas y gente sin casas. Necesitamos ideas, aclarar mentes, solucionar problemas y rectificar errores. El nombre nos da igual. Se trata de las ideas, se trata de parar esta debacle, se trata de detener esta sangría.
No sé si cada pueblo tiene los gobernantes que se merece, a veces pienso con gran rabia que sí, pero desde luego no nos merecemos la descomposición de un partido como el PSOE, con doce millones de votantes.
Al PSOE le sienta fatal perder, nos lo ha demostrado con frecuencia. Son el perfecto ejemplo de lo que no queremos los ciudadanos. El perfecto ejemplo de lo que hemos censurado en las pasadas elecciones europeas. No parecen haber aprendido que necesitamos ejemplos de limpieza, honradez y ética. No parecen haber aprendido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario