Dice la nueva delegada del
gobierno en Castilla… (y León) que promete poner el foco de su actuación en el
medio rural. Virginia Barcones se suma así a la interminable lista de políticos
que vienen a protegernos y de los que tenemos que salir corriendo mientras
todavía estemos a tiempo. Tanto se han dedicado a protegernos en las últimas
décadas, décadas, oiga, décadas, que casi no quedamos en esta
tierra. A uno le dan ganas de embarcarnos todos para Libia y pedir luego que
nos rescaten y nos lleven a Valencia… para que nos hagan algo de casito, digo…
No se me echen encima, ya sé que
son dos cosas distintas y que a estos pobres diablos del mar había que
atenderles en todas sus necesidades por una cuestión de elemental ética. No
estoy comparando dos cosas incomparables, estoy solamente diciendo que a nadie
preocupamos, a nadie importamos, que de nosotros no se ocupan ni las ONGs del
Mediterráneo.
Y que alguien debería echarnos
una mano. Me he pasado el otro día por toda la provincia, por casi toda la
provincia, de sur a norte, y me he quedado extasiado viendo la maravilla de
provincia que tenemos, campos verdes, pantanos a reventar de agua, picos que se
dirigen enhiestos al sol… y me he quedado espantado viendo cómo nos han
protegido nuestros políticos, todos ellos a una. Nos han protegido tanto que
los ciudadanos de Tierra de Campos, de la Ojeda o de la montaña están todos muy
felices y contentos, muy bien protegidos… en Bilbao, San Cugat del Vallés o en
la banlieu de París o Fráncfort.
Eso sí, la actualidad política la
protagonizan otros, guerreros, protestones, amantes de lo propio hasta echarle
un pulso al Estado. ¿Nuestros políticos dónde están, cuándo y cómo nos
defienden? Porque ese pulso al Estado lo vamos a perder los que todavía estamos
en regiones tercermundistas, seremos los que pagaremos los privilegios que
tarde o temprano algunos arrancarán al Estado… para que el Estado permanezca.
¿Dónde están, repito, nuestros políticos para proteger nuestros intereses? Los
de uno y otro, otros, partidos, todos ellos… ¿Cuándo se van a plantar antes sus
respectivas ejecutivas, llámenlas federales, nacionales o como les plazca y van
a exigir que se nos devuelva tanto cuanto hemos dado al Estado? ¿Cuándo va un
político castellano a exigir a sus superiores a cambio de su apoyo que se
instale alguna empresa en los vacíos polígonos industriales de nuestros
pueblos? ¿Cuándo un político de Palencia va a exigir a su partido, y no solo al
de enfrente, que se invierta en nosotros antes de que nos convirtamos en un
desierto? Porque lo fácil es elevar la voz y llenarse la boca de exigencias
cuando gobiernan los otros, malvados, perversos, enemigos de nuestra tierra…
Pero y cuando gobiernan los propios… ¿por qué callan desvergonzadamente? Ah,
unos y otros, digo. Unos y otros.
Llevan protegiéndonos tantos años
que nosotros nos hemos adelantado a los del Aquarios. La mitad de estos
inmigrantes, no se nos olvide que son inmigrantes y no refugiados, han pedido
ser trasladados a Francia. Les llevamos ventaja, nos hemos adelantado, en Francia
han pedido refugio miles y miles de castellanos en las últimas décadas. En
Francia, en Suiza, en Alemania… y no han ido centenares de fotógrafos a verlos
llegar. Y todavía nuestros políticos quieren protegernos. Como para salir
corriendo… si, exacto, eso es lo que está pasando, que estamos saliendo, con
cuentagotas, no corriendo, de modo y manera que a nadie parece preocupar. Dan
ganas de echarnos al mar de Libia y llamar por teléfono a alguna ONG que venga
a rescatarnos, las mafias que se lucran con las desgracias ajenas también
sonreirán de oreja a oreja, pero no las mafias que desde la costa africana ven
alejarse buques de miseria, sino las mafias que llevan décadas lucrándose con
nuestra migración, con nuestros emigrantes que se vieron obligados a dejar
Castilla para buscar acogimiento en algún puerto vasco, catalán… o suizo o
alemán. La diferencia es que nosotros no importamos, porque no abultamos, no
destacamos… verán el día que solo quedemos, queden, seiscientos y se monten en
un barco. No, a nosotros no nos quedarán menores no acompañados que meter en el
barco, se habrán ido todos. Dice Virginia Barcones que promete poner el foco de
su actuación en el medio rural. Como lo dijo el anterior. Y el anterior del
anterior. Pero en la calle mayor se siguen cerrando comercios y de Aguilar se
vuelve por una autovía tercermundista.
Hasta la semana que viene,
señores, que encontraremos otro hilo del que tirar.
1 comentario:
Un apunte: lo que veo es que los políticos son elegidos por quienes viven en cada demarcación. No vienen del cielo. Lo primero que defienden y votan es lo que dice su jefe, cual dictador supremo; de democracia poco. Por eso no resolvemos s nada votando a unos u otros.
Pero hay otras actividades adicionales en las que un buen representante ciudadano puede echar una mano a sus representados. Pero me da la sensación hace tiempo que muchos que se quejan de despoblación y son votantes en Castilla y León viven demasiado bien y no desean que cambie nada, sino que las subvenciones de la PAC sigan llegando, que les ofrezcan viajes y ayudas subvencionadas "para atajar la despoblación", pero por favor, que no traigan a nadie que la corrija porque entonces se quedan sin esta excusa para seguir recibiendo estas prebendas.
Siempre intento ver quiénes son los beneficiados por la despoblación, y veo unos cuantos y bastante organizados. Incluyo en ellos a ASAJA.
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