Permítame el lector empezar con una excusatio non petita:
Aznar nunca fue de mi agrado, nunca le voté. Y dicho esto añadiré que he disfrutado
con las partes de su intervención (verlo todo sería un castigo insoportable) que
han pasado ante mis ojos. Los revolcones que obsequió a Pablo Iglesias y a
Gabriel Rufián fueron de los que hacen época, algo así como ver al Real Madrid ganar
por cuatro o cinco goles al Barça, algo así como ver una corrida de toros en la
que todos los matadores cortaran el rabo a sus enemigos. Y piensen que esta
última comparación es muy importante pues los toros son un mundo ajeno a mí que
me desagrada desde hace ya un buen puñado de años.
A la derecha española le hacen falta algunos de los momentos
que protagonizó Aznar, el mismo Aznar corto de miras, egoísta y acomplejado que
inclinaba servil la cabeza ante Pujol. A la derecha española le sobran años de
complejos ante la izquierda y ante los nacionalistas, la derecha democrática es
tan democrática como la izquierda democrática, tan ética y tan imprescindible
en una democracia como la izquierda.
Si la derecha española no hubiera sido liderada por un Rajoy
y una Sáenz de Santa María aterrados por ser identificados con “las derechas”, éticamente
acomplejados ante la supuesta autoridad moral de la izquierda otro gallo nos
cantaría. A la izquierda española le falta liberarse de sus complejos y
responder a la izquierda con la misma fuerza moral, con la misma libertad, con
el mismo tono de hermano mayor con que Aznar habló ayer. Si ustedes me
permiten, a la derecha española le hace falta pensar que son tan mayores y tan
importantes como la izquierda piensa que es.
Pablo Casado debe aprender dialéctica de Aznar. Y contundencia.
Y pérdida de complejos. Si, hablo del mismo Aznar que permitió el desarrollo
del pujolismo, que no supo enfrentarse a él ni prever los problemas que ha
traído a España. Pablo Casado debe ejercer de político de derechas, alejarse de
Rajoy y Saénz de Santa María, acomplejados palmeros de sus contrarios
políticos. Pablo Casado ejercer de derechas tanto como Pedro Sánchez, ejerce de
izquierdas. Si, Sánchez, el que iba a convocar elecciones inmediatamente, el
que nunca iba a ser presidente con la ayuda de separatistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario