Leo que el Partido Popular está promocionando una nueva
ley para que nadie okupe la casa de otro. Sí. Algo así de sencillo
parece que no existía en España. Si alguien quiere entra en casa durante
una ausencia tuya y no hay manera de echarle. Legalmente digo. Te han
robado tu casa y te quedas a verlas venir. Indefenso. Inerme. Apijotao.
España siglo XXI. ¿Europa? ¡Anda ya!
Te
lo has ganao, los has pagao con gran esfuerzo o estás en ello. Toda una
vida. Para gran alegría del banco. Pero llegan unos pringaos y te la
mangan. Años llevamos así. Años necesitas de luchas judiciales para
recuperar tu hogar. ¿Hay alguna palabra más sagrada que “hogar”?
Vienen
los políticos de siempre y defienden a los de siempre. Declaran a la
prensa que pobrecillos, que en algún sitio tienen que vivir. No, a ti
no. Te jodes. Tu esfuerzo se va a la mierda. O el de tus padres. Que
esos que han entrado en tu casa reventando la puerta tienen derechos por
encima del tuyo a la propiedad de tu casa. Les ponen un micrófono, una
cámara o la grabadora digital de un periodista y te convierten en un
desgraciado capitalista que explota la miseria de los demás. Por haberte
pagao una casa rompiéndote la espalda a trabajar.
Cuando
la ley admite que cualquiera pueda entrar tan ricamente en tu casa y
dejarte fuera hay que pensar que la mejor forma de que no te entren los
okupas en casa es que tener una pareja de la Guardia Civil delante de la
puerta. Y seguir defendiendo a los okupas. A los okupas de los demás.
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