Palencia es una emoción:

11 noviembre 2007

Revolcón al dictador de Bananozuela

Pues a mí me alegra y me reconforta un montón la postura conjunta que el Rey y Zapatero han mostrado en Chile de defensa de España, de su expresidente y de las organizaciones empresariales españolas. Me hace sentir bien y sentirme contento del final de lo acontecido en la capital de Chile.

Ante la estúpida verborrea agresiva, ofensiva y provocativa del gorilón bananero que ostenta la presidencia de Venezuela, las palabras tan firmes como serenas de Zapatero y la actitud enérgica del Rey han puesto las cosas en su sitio, sin por ello romper el comportamiento exigible a la alta diplomacia. Venezuela es un gran país, pero dentro de poco todo el mundo lo llamará Bananozuela si sigue el poder en manos (¿manos?) de quien está.

El comportamiento del caudillo bananozolano y de su seguidor Nicaragüense, el ex terrorista Daniel Ortega, es sólo propio de personajes de cultura y conocimientos limitados, de gentes acomplejadas que, incapaces de hacer frente a sus propios problemas, culpan de ellos a los demás. Son los suyos países que han caído en grandes crisis debido a la torpeza de sus dirigentes, países que, si tradicionalmente han soportado el gran lastre de una plutocracia que se repartía el país y sus beneficios, soportan en la actualidad la impericia, la necedad y la estulticia de reyezuelos que se creen los salvadores de las respectivas patrias, gentes de poca preparación, nula experiencia y ninguna solvencia políticas, que no sólo han convivido impunemente con grandes dosis de corrupción económica y política, sino que ahora mismo se muestran incapaces de eliminarla.

Esa corrupción de décadas que come en una mañana todo lo que el país produce en una semana limita el crecimiento, el desarrollo y el futuro de muchas naciones, sumiendo en la pobreza y en la desesperación a familias enteras que no consiguen llegar a unos niveles de progreso a pesar del paso de los años, de los gobiernos e incluso de los regímenes. Dada la incompetencia de los actuales líderes políticos a la hora de luchar contra la pobreza, ¿qué mejor que echar las culpas al enemigo exterior?

La postura serena y firme de Zapatero, manteniendo el diálogo aunque el gorila venezolano no le dejaba hablar, y la determinación del Rey en defensa de España y de la educación y los buenos modales políticos, permite por una vez sentirse satisfecho de la política española.

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