Palencia es una emoción:

18 enero 2008

Usted va a perder las próximas elecciones


Cuando una tía anciana y solterona se pone enferma y empieza a tener mala cara, los herederos, que sienten por ella cualquier cosa menos afecto, empiezan a hacer sus cálculos, a defender egoístamente sus intereses y a reunirse en conciliábulo por ver la manera de conocer los de los demás y defender sus apetencias personales de la mejor manera posible. Ayer se han reunido los miembros de esa poderosa alianza nacionalista llamada Galeuscat.

En nuestra democracia los castellanos llevamos décadas arrastrando una situación de indefensión ante los poderosos nacionalismos periféricos. Salvo las escasas ocasiones en que los partidos mayoritarios han conformado gobiernos de mayorías absolutas la estabilidad de la situación política de España ha dependido de esos partidos nacionalistas. No existe un tercer partido de ámbito nacional que pueda ser el soporte de esos gobiernos que se ven abocados a pactar con vasquistas o catalanistas. Por otra parte la manifiesta incapacidad de PP o PSOE para intentar entre ellos mismos grandes acuerdos en dos o tres temas generales invalida otras opciones de ese tipo que amplias capas de españoles están demandando.

Así, ante la indefensión de los sucesivos gobiernos, los familiares lejanos de la agónica anciana, egoístas y desafectos, se han reunido esta semana en agitado cónclave y, agitando la bolsa donde sus monedas empiezan a reteñir, sacan lustre a las cajas de caudales en las que posteriormente empezarán a almacenar sus ganancias y se disponen a formar un frente común para cobrase de la anciana tía los cuidados que le van a proporcionar. Ya han avisado públicamente, y el que avisa no es traidor, de que esta vez el precio será mucho más elevado porque su unión hace su fuerza.

Estamos en sus manos, dependemos de ellos, somos incapaces de encontrar otra alternativa. Los resultados electorales plantean dos Españas que son incapaces de gobernarse sin la asistencia de estos partidos minoritarios, asistencia que siempre, y más ahora, se han cobrado de la tarta común que debiera depender de todos los españoles, tarta que sin embargo debiera estar disponible para todos en igualdad de condiciones. ¿Igualdad de condiciones? Vade retro, dice Galeuscat. La irrupción de nuevos partidos como Unión, Progreso y Democracia no va a variar de momento esta situación.

Los castellanos no tenemos un partido nacionalista que desde las Cortes Generales defienda nuestros intereses. Por eso usted va a perder las próximas elecciones, quiera o no quiera, vote a quien vote, sea cual sea el resultado de esas elecciones. Nuestros representantes habituales no nos defienden. Al contrario están en manos de los intereses que les marcan desde sus respectivas sedes centrales. Da exactamente igual a quien vaya a votar usted y quien finalmente resulte elegido en su provincia. Incluso, ya le digo que da exactamente igual si gobiernan unos u otros, el resultado final no varía: ganan los nacionalistas de Galeuscat.

Al final, las leyes, los presupuestos y hasta las intervenciones parlamentarias se harán teniendo siempre muy presentes las voluntades de quienes pueden condicionar el éxito o fracaso de un gobierno. Lamentablemente usted no cuenta entre ellos, su papeleta electoral no vale nada y los grandes partidos van a hacer con ella esa cochinada que está usted imaginando. Los nacionalistas defenderán los intereses de sus terruños, el gobierno central hará lo que buenamente le dejen, tratando en la escasa medida de sus posibilidades de defender eso que llaman “intereses generales”, España, lo que por cierto vuelve de nuevo a incluir a esos terruños anteriores, tratando de no molestar a sus socios parlamentarios a los que tanto deben. Pero, dígame, ¿de nuestros intereses particulares quién se ocupará?

Les sedes centrales del PP y del PSOE marcarán la estrategia a seguir para gobernar, pagarán el precio que sea, todo lo que se les pida, con tal de disfrutar del poder, pero al final da igual el nombre del caballo ganador de la carrera del nueve de marzo, el gran premio se lo va a llevar otro. Usted va a ser derrotado, su voto es una escoria, no vale para nada salvo para dibujar e él la sonrisa del vencedor.

Usted tiene la desgracia de ser castellano y los castellanos no pintamos nada en un Estado cuyos gobiernos no nos tienen en cuenta, un Estado en el que no influimos en lo político ni en lo económico o cultural, que se gobierna teniendo en cuenta la opinión y el interés de personas y territorios muy ajenos a nosotros.
Somos hojas caídas que se ven arrastradas por los vientos dominantes sin que haya nadie capaz de evitarlo.

No hay comentarios:

Seguidores del blog

Otros blogs míos.