Zapa, un chicle usado

Leo escandalizado que Zapatero no quiere decirnos si va a presentarse o no a las siguientes elecciones a Cortes. Que se lo preguntan y no contesta. Que se lo preguntan y se atraganta. Que se lo preguntan y dice que no entiende de qué le están hablando. Y media España comenta escandalizada la jugada del presidente.

Porque es una jugada de Zapa, de eso no quepan dudas. Es estrategia pura, pura estrategia. Y además no importa, a Zapa los que tienen que leerle el futuro somos los pitonisos que algún día iremos a meter nuestro voto en la urna. A lo mejor no hace falta esperar hasta las generales, que en la primavera tenemos las regionales y locales y esos tambores ahora lejanos han de resonar bien fuerte en los tímpanos zapateriles.

Zapa anda jugando con la prensa y su  partido, contentos los tiene, con el tema de presentarse o no. Daño al PSOE está haciendo, pero si se lo consienten allá ellos, tienen los mecanismos para cantarle las cuarenta pero no se atreven por aquello de que nadie quiere dejar de salir en la foto. En cuantito uno mueve el pie, pongamos que Barreda, enseguida le dan un pescozón y vuelve al redil, que donde dije digo, digo Diego, oiga usté.


A mí me parece mal que la prensa ande enredando con esas cosas, con la de preocupaciones que nos atenazan como para pensar en Zapatero. ¿A cuánto ascenderá la lista de parados del mes que viene? ¿Seguiré pagando por mi casa más de lo que vale? ¿Tendré que cerrar mi taller de reparación de chapas de refrescos? ¿Me subirán los impuestos el mes que viene? ¿Más? ¿Vendrá Europa a rescatarnos e imponernos las normas económicas para los próximos años? Y sin embargo andamos dándole más vueltas a Zapatero que a un chicle usado.

Aquí lo que preocupa a los españoles no es eso, sino si Belén Esteban deja Telecinco, cuánto cobra Paquirrín por sus exclusivas, si Buenafuente nos va a hacer reír con el Papa esta noche o cuál de todos los partidos catalanes presenta el video más guarro. ¿Zapatero, otra vez presidente? Bueno, ¿y qué?