La crisis nos está comiendo por los pies y resulta que no tiene padre ni madre ni nadie que la defienda. Estamos metidos hasta el cuello en una ciénaga de inmundicia y nadie parece ser responsable. El caso es que las pensiones están congeladas, los sueldos rebajados, la economía por los suelos y los desempleados haciendo cola durante meses para encontrar una chapucilla de contrato. Un par de horas. Ni para comer caliente ahora que se nos echa encima el invierno.
Pero nadie ha sido. La Gran Banca (vean que lo escribo con mayúscula de lo temeroso y respetuoso que ando) que ya ha sido ayudada quiere más. Las cajas de ahorro (con minúscula, que siempre ha habido clases) riñen y pelean como novios cansados: hoy contigo, mañana con otra. Y nosotros sin futuro, sin pensiones, sin jubilación, sin trabajo y sin sueldo. ¿O debía haber escrito en orden inverso?
Resulta que Caja Castilla La Mancha se ha pillado los dedos, dañando a sus accionistas, impositores, trabajadores e instituciones que la respaldan en asuntos como el aeropuerto imposible. Pero no hay nadie responsable. Se han perdido millones de euros como para tapizar toda la autonomía y no pasa nada. Ahí están sus gestores, sonriendo y saliendo con el pecho por delante y la barbilla apuntando al horizonte. De los millones perdidos nunca se supo; de los responsables, tampoco.
Y Caja Sur… perdió 852,2 millones de euros hasta agosto, lo que supone multiplicar por 4,3 veces los números rojos de 196,3 millones registrados hasta junio. Oiga, ¿multiplican sus pérdidas por 4’3 y no pasa nada? Pero si un torero que se niega a matar al toro por lo menos es llevado a comisaría… ¿por 852 millones de euros no pasa nada?
¿Qué Partido Socialista es éste que acepta situaciones de dolorosa injusticia, en la que unos pocos causan tanto daño al patrimonio común? ¿Pero el PSOE no es el defensor de la causa de los pobres, no lucha contra los privilegiados? ¿Dónde queda aquello de “Parias de la Tierra”, dónde Pablo Iglesias, dónde su discurso social y obrero?
Pero más aún: ¿Y su inactividad, su inoperancia, su pasividad ante el actual desastre que nos amenaza? Sólo nos quedan sus palabras, los mismos que nos dijeron que a nosotros no nos iba a afectar la crisis o que ya veían brotes verdes nos dicen ahora que nosotros no somos Grecia ni, faltaría más, Irlanda. ¿Dónde está el ahorro en gastos públicos? ¿A cuántos de los 600 asesores de Zapatero se les ha enviado a la empresa privada a producir riqueza? ¿Quién va a pagar la enorme deuda contraída por Ruiz Gallardón en nombre de los madrileños? ¿De qué bolsillos van a salir los impuestos para pagar tanta verbena, tanto cohete y tanto premio a la incompetencia?
La crisis nos está comiendo por los pies y resulta que no tiene padre ni madre ni nadie que la defienda, ¿es que nadie va a ir a la cárcel?
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