Hoy Gallardón ha hablado en la Cadena
Ser. El hombre que cuando nació en vez de pedir teta pedía un ministerio ha
venido a decir que entiende el matrimonio homosexual. Y en su partido se le han
lanzado a la yugular, quizá más levemente de lo que algunos lectores se van a
lanzar sobre mí cuando acaben de leer este artículo.
Ser homosexual no es ninguna
enfermedad -¿quién mantiene todavía hoy semejante disparate?- ni es ninguna
desviación, pero yo no querría por nada del mundo que mi hijo fuese homosexual.
Sí, sí, si mi hijo fuera homosexual le querría exactamente igual y terminaría
por aprobarlo sin aplaudirlo. No comprendo pero acepto que dos personas del
mismo sexo puedan quererse, torpe que soy, y acepto que puedan tener una
relación amorosa. Pero eso no es un matrimonio. Y empiecen a lapidarme los
lectores más envalentonados.
Entiendo que en esa relación había
multitud de asuntos legales que arreglar, seguros o herencias por ejemplo, pero
eso no es un matrimonio. Llámenlo como quieran, regulen legalmente esas
relaciones del modo que parezca más coherente, simple y lógico, pero no lo
llamen matrimonio. Ni permitan que adopten niños. Los niños necesitan un padre
y una madre, son los humanos más frágiles que existen y hay experimentos que se
deben hacer con gaseosa. Por favor, empiecen ya a descargar la segunda oleada
de piedras.
Un matrimonio es siempre entre un
hombre y una mujer, entre sus objetivos entra la procreación, vaya en el orden
que vaya, se cumpla o no, y la perpetuación de la especie. Una unión civil
entre dos hombres o dos mujeres no es un matrimonio, llamarlo así es, por equiparación,
una ofensa a los verdaderos esposos.
Zapatero, el presidente de gobierno
más fanático, vacuo y fútil de la democracia, necesitaba cargar de argumentos
ideológicos y frentistas, la memoria histórica es otro sectario ejemplo, un
gobierno caracterizado por las carencias profesionales de ministros incapaces
como Bibiana Aído, Leyre Pajín y el propio Zapatero, el hombre que se encontró
de frente la gigantesca crisis económica y no sólo no la supo reconocer sino
que la negó obstinadamente. ¿Me permiten la comparación? Igualico que Rubalcaba
y Chacón arremetiendo contra la Iglesia sin venir a cuento porque no tenían
otra oferta –creación de empleo, freno a la gran banca- que arrojar a sus
mesnadas de Sevilla.
Hala, ya pueden empezar la
tercera lapidación, pero dense prisa que tengo que ir a trabajar.
4 comentarios:
gran articulo
Gracias :-))
¿Donde está esa oleada de piedras? O no la ha habido o las ha censurado. Pese a que mi comentario corra peligro de correr la misma suerte y que mi tiempo sea un "desperdicio", al menos usted lo leerá (espero). Ahí va:
"Ni permitan que adopten niños. Los niños necesitan un padre y una madre". Ahí tiene usted los estudios científicos que lo desmienten. Hoy en día, y desde hace décadas, se le permite adoptar a una sola persona siempre que cumpla los requerimientos necesarios. No recuerdo que hubiera manifestaciones en contra de esta ley, ni que nadie haya presentado un recurso de inconstitucionalidad contra la adopción monoparental, lo que provoca que su argumento sea una una hipócrita falacia con tufillo a homofobia. Bajo esta ley muchos homosexuales (y le recuerdo, porqué seguramente usted no recibió educación sexual, que esta palabra designa tanto a hombres como a mujeres) han adoptado mientras vivían en pareja y lo seguirán haciendo pese a que se prohíba que un matrimonio (o como lo quiera llamar usted)conformado por dos personas del mismo sexo lo haga. La única diferencia es que solo uno de los dos será el padre legal, con todas las dificultades que eso conlleva tanto para los padres/madres como para los hijos/as (fallecimiento de uno de los dos, cuestiones burocráticas, escuela, hospital...)
"Una unión civil entre dos hombres o dos mujeres no es un matrimonio, llamarlo así es, por equiparación, una ofensa a los verdaderos esposos" No se olvide usted de las esposas! Mmmm... seguro que la palabra viene etimológicamente de ese instrumento que sirve para encadenar y coartar la libertad. Y siguiendo con la etimología, por eso de llamar qué a qué y preservar el significado original de las palabras, le recomiendo que pida usted que su salario se le pague como originalmente hacían los egipcios, es decir, con sal. Le animo también a que escriba usted una entrada en el blog que explique como llamar al dinero "así es, por equiparación una ofensa" al verdadero salario. http://etimologias.dechile.net/?salario
Oponerse a la homosexualidad o a cualquiera de sus derechos sugiere que se tiene un gran desconocimiento sobre la sexualidad humana y del papel que ha tenido a lo largo de la historia. Ni que esto del matrimonio entre personas del mismo sexo fuera algo nuevo! Dejen de intentar argumentar su posición con argumentos vacuos e intenten librarse de sus prejuicios. Se sentirán inmensamente mejor consigo mismos. Se lo aseguro!
Mire este vídeo http://www.youtube.com/watch?v=CwcSDEEw7i4
Ya me hubiera gustado a mí ser criado por dos madres así, en vez de por mi padre y mi madre que nunca me hablaron de sexo ni de sexualidad. Mi "información", o mejor dicho "desinformación", en mi infancia provino en gran parte de mi entorno y de una película porno que nos puso el cura en catequesis (heterosexual, por supuesto). Antes de saber que yo era gay e incluso antes de que supiera siquiera lo que significaba, yo sabia que ser marica era una cosa mala, no mala, la peor! Ser marica era asqueroso, inmoral, sucio, denigrante y todos los adjetivos despectivos que se le ocurran. Por supuesto, no he llegado (de momento) tan "alto" como el chico del vídeo a pesar de que las expectativas que se tenían en mi eran bastante altas. Como imaginará, y si no se lo cuento, ante el descubrimiento de mi sexualidad, y con la concepción que se me había inculcado sobre el tema, me sumí en una profunda depresión que causaron que abandonara mis estudios. Cinco años y medio tuvieron que pasar para asumirlo y aceptarme. Cinco años y medio horrorosos, pero no por ello desperdiciados. Me sirvieron para librarme de todos esos prejuicios. Ahora se la verdad, y no lo cambio por nada del mundo.
Jo terminaré antes que Alan: Ignorante.
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