Palencia es una emoción:

27 noviembre 2013

Ciudadanos por la Unión, el Progreso y la Democracia

La dejación de los partidos tradicionales ha sido tanta que necesariamente tenían que surgir nuevas alternativas ideológicas; su conformismo, su inacción, su dejación de los deberes más elementales ha llevado a una queja constante de los votantes que necesitan encontrar nuevas vías de expresar su malestar y su descontento; no sólo en la calle se debe notar la democracia, sino sobre todo en su sancta sanctorum: las urnas.

En primer lugar, ante las más elementales leyes éticas los grandes partidos han abandonado el cumplimiento de las normas y se han abonado con desvergüenza a acuerdos pasteleros para ocultar sus imperfecciones, sus limitaciones y sus trapicheos vulgares. Quienes más interés debían tener en mantener las estructuras de legalidad y legitimidad se han decidido a burlarlas sin ponerse colorados. Ante tantos años de tanta bufonada continuada los ciudadanos buscan apartar de la política a los grandes bufones (la redundancia es buscada, perdón), sin que los grandes traficantes de influencias, los grandes escamoteadores de dinero, los grandes  magos de la legalidad acaben castigados por las leyes de la democracia. Quizá, que los jueces que han de juzgarles sean elegidos por ellos mismos, como estamos presenciando estos días, sea causa de tamaña injusticia. Qué sinvergonzonería. Eso sí, luego en el Parlamento, ante las cámaras, los focos y los micrófonos de los telediarios, representan la comedia bufa del enfrentamiento. Despreciables.

En segundo lugar, ante las agresivas campañas de intolerancia y de racismo cultural de los nacionalistas, los grandes partidos han adoptado la postura del avestruz cuando no la de colaboración. Rajoy y su dontancredismo son un clarísimo ejemplo; la situación de desinterés por España y la Constitución del PSC , brazo catalán del PSOE, lo manifiesta netamente. Como es evidente esta situación de favorecimiento del nacionalismo y sus tesis sólo ha servido para perjudicarles y las encuestas así lo manifiestan. Allá ellos.

En lucha con todo esto surgen nuevos partidos desde derecha e izquierda o desde posiciones que a veces se quieren situar por encima de esta dinámica de derecha e izquierda. Ciudadanos y UPyD son dos claros ejemplos coincidentes en muchos de los aspectos que acabo de nombrar y en el público, los votantes, al que se dirigen. La pregunta que la calle se hace es por qué dos fuerzas de características tan similares, que tienen intereses tan comunes, que se enfrentan a los mismos retos no se unen, por qué se aprestan a ser rivales y dividir el voto cuando en la unión de los ciudadanos se avanzaría más rápidamente hacia el progreso y la democracia.


No pueden estos partidos a aparecer ante la opinión pública con la pésima característica propia de los partidos a los que pretenden sustituir: dar una cara en Cataluña y otra en el resto de España, ofrecer un programa en Barcelona y otro en Madrid, mostrarnos un líder en un sitio y otro en otro, enfrentarse en vez de colaborar. Sin duda su crecimiento llamativo y sorprendente pero no exagerado sería mucho mayor, a la velocidad que requieren los actuales retos, si colaborasen en vez de estorbarse, si pensasen en los retos y en la responsabilidad del momento. Prefiero ignorar las causas, las razones de este distanciamiento, pero la imagen que están proyectando empieza a asemejarse a la que quieren combatir. Desolación sería la palabra si por los motivos que sean no logran servir de palanca que cambie la actual inercia de un país a la deriva. Un puñado de votos, tal vez reflejados en unos pocos diputados, puede marcar la distancia entre mantener el actual caos que nos desborda y reformarla, reconducirla y empezar a sanar de esta maldita enfermedad que nos corroe las entrañas de la democracia y de España. Al loro, señores responsables.

3 comentarios:

javier dijo...

el problema de estos partidos para que converjan es simple: la lucha de egos entre sus dirigentes.

De todas formas ¿no es UPyD el Emmanuel Goldstein 1984-Orwelliano del PP?

javier dijo...

La única causa de la no convergencia de C con UPYD es la lucha de egos de sus dirigentes respectivos.

Por otro lado ¿no veis a UPYD como el Emmanuel Goldstein 1984-orwelliano del PP?

Javier dijo...

UPyD no ha hecho coalición con Ciudadanos porque defiende un proyecto distinto. Suele decirse que son casi iguales, pero no es así. Aunque sea un poco árido, hagan un día el esfuerzo de comparar sus respectivos programas electorales. La resistencia de UPyD a una coalición es el intento de no traicionar la palabra dada a cambio de unos escaños, que es lo que han hecho otros partidos hasta ahora. Por eso UPyD es una iniciativa interesante. Si algún día comete el error de entrar en el pasteleo, dejará de tener sentido. Insisto: comparen los programas por ustedes mismos, no se fíen de lo que les digan otros.

Seguidores del blog

Otros blogs míos.