La Libertad engloba varias libertades, es un rompecabezas de mil piezas, o están todas o no hay Libertad. Pero mis libertades están necesariamente limitadas por las de los demás, así como por sus derechos. Algunas han de reducirse o limitarse en función de los demás. Eso pasa con la libertad de prensa. Hay que recortarla. A veces, quiero decir.
Federico Jiménez Losantos ha abusado habitualmente de su Libertad y por ello ha sido condenado. En nombre de la sacrosanta Libertad no se puede soltar por los micrófonos toda la basura que se desee hasta la ofensa personal. Están los demás con sus derechos y sus libertades. Hasta ahí debe llegar el uso correcto de la Libertad. El respeto es el límite y si sobrepasa están los jueces y las leyes. Aplíquense.
Ahora FJL demanda a “El Jueves” con la misma o parecida acusación que las que ha recibido él. Dice un refrán castellano que donde las dan las toman. No me alegro de que, según parece, se hayan reído de aquel atentado terrorista de Terra Llure. Hace bien el periodista en lanzarse a degüello, digo con los instrumentos legales, si la supuesta revista, que a mí me parece barriobajera, chabacana y sanchopancesca, fiel retrato de la sociedad española en la que está inserta, le ha faltado al respeto. La libertad de prensa debe tener el límite del respeto a los demás y a la verdad.
Permítanme ya de paso jurarles que la libertad de prensa es una quimera que añoro con demasiada frecuencia; cualquier periódico, grande o pequeño, depende de muchas limitaciones, económicas, políticas, sociales, que se trasladan a los que tenemos la suerte de escribir en ellos. La máxima libertad la da Internet. No es que Internet sea otro mundo, es otro sistema solar.
No obstante hemos exaltado muy merecidamente la libertad de prensa, pero en su defensa podemos socavar la base de la Libertad. Vivimos en una sociedad que ha endiosado determinados totems. Merecidamente, digo, debe ser así. El problema está en que si colocamos alguna libertad por encima de las demás, acabaremos por hacer desaparecer la Libertad.
Demandemos también al martes, al viernes y a todos los que haga falta, puede no bastar con demandar a “El Jueves” (ay, añorada Codorniz). El derecho al honor, a la verdad y otros pueden estar en juego, también son muy importantes. Pero sobre todo la Libertad puede peligrar.
Federico Jiménez Losantos ha abusado habitualmente de su Libertad y por ello ha sido condenado. En nombre de la sacrosanta Libertad no se puede soltar por los micrófonos toda la basura que se desee hasta la ofensa personal. Están los demás con sus derechos y sus libertades. Hasta ahí debe llegar el uso correcto de la Libertad. El respeto es el límite y si sobrepasa están los jueces y las leyes. Aplíquense.
Ahora FJL demanda a “El Jueves” con la misma o parecida acusación que las que ha recibido él. Dice un refrán castellano que donde las dan las toman. No me alegro de que, según parece, se hayan reído de aquel atentado terrorista de Terra Llure. Hace bien el periodista en lanzarse a degüello, digo con los instrumentos legales, si la supuesta revista, que a mí me parece barriobajera, chabacana y sanchopancesca, fiel retrato de la sociedad española en la que está inserta, le ha faltado al respeto. La libertad de prensa debe tener el límite del respeto a los demás y a la verdad.
Permítanme ya de paso jurarles que la libertad de prensa es una quimera que añoro con demasiada frecuencia; cualquier periódico, grande o pequeño, depende de muchas limitaciones, económicas, políticas, sociales, que se trasladan a los que tenemos la suerte de escribir en ellos. La máxima libertad la da Internet. No es que Internet sea otro mundo, es otro sistema solar.
No obstante hemos exaltado muy merecidamente la libertad de prensa, pero en su defensa podemos socavar la base de la Libertad. Vivimos en una sociedad que ha endiosado determinados totems. Merecidamente, digo, debe ser así. El problema está en que si colocamos alguna libertad por encima de las demás, acabaremos por hacer desaparecer la Libertad.
Demandemos también al martes, al viernes y a todos los que haga falta, puede no bastar con demandar a “El Jueves” (ay, añorada Codorniz). El derecho al honor, a la verdad y otros pueden estar en juego, también son muy importantes. Pero sobre todo la Libertad puede peligrar.
2 comentarios:
Sobre la cuestión de la libertad, que tantos debates hay (libertad de información, libertad de opinión, libertad de actuación...). Creo que si todos conociéramos el significado de la palabra RESPETO (no haría nada que no quisiera que me hicieras a mí) la LIBERTAD de cada uno dentro de una sociedad, como la nuestra, por ejemplo, encontraría su sitio perfecto.
Pero para aplicarlo, hay que ser buenas personas, y eso parece que, a muchos, les (nos) cuesta.
Joé, Javier no puedo estar más de acuerdo. Lo del respeto lo es todo. Pero, oye, si yo muestro respeto al otro ¿no se creerá que es más importante que yo?¿No se creerá que yo soy débil? ¿No será mejor mostrarme altanero y orgulloso y desafiar al mundo¿ Y el que venga detrás que se joda.
A í me parece que es la filosofía social actual...
Publicar un comentario