Olvido Hormigos, de aquí a la eternidad

Si no me gusta esta sociedad que hemos construido entre todos, quienes nos dirigen y quienes los votan, es por Olvido Hormigos y compañía, una compañía formada por Kiko Rivera, José Javier Vázquez, Belén Esteban, Falete y otros monstruos deformes dignos de haber sido exhibidos en cualquier caseta de alguna feria populachera de principios de siglo pasado.

Que nuestra sociedad considere "normales" a quienes son una penosa excrecencia social es una prueba de la enfermedad moral que nos acomete. Olvido Hormigos es conocida por engañar a su marido, por masturbarse y por poner en circulación un video con tamaña heroicidad. Ése es su mérito, ésa es su más conocida contribución al progreso del ser humano. Y de aquí a la eternidad.

Hubo un tiempo en que las feministas abominarían de estas actitudes con manifiestos y manifestaciones, pero también hubo un tiempo en que las mujeres pasaban a la posteridad por escribir literatura de calidad, por sus descubrimientos científicos o por heroicidades bélicas, de todo ello tenemos ejemplos en la historia de España. Y sin embargo estamos en el siglo XXI.

Y sin embargo, Olvido Hormigos se llena de dinero, recibe aplausos, sonrisas y palmaditas en la espalda por desnudarse. Estoy seguro de que mayores méritos en alguna otra faceta habrá acumulado, la buena mujeruca. Quizá como madre o concejala, quizá en una profesión que ignoro... Pero la sociedad putrefacta, infecta y moralmente tercermundista en que vivimos le ríe la gracia de manifestar públicamente sus bajos instintos y su baja moral. Su mala ralea, vaya.

Desde los moros más moros, ésos que tapan a sus mujeres de la cabeza a los pies, ésos que no las dejan conducir, ésos que no las permiten salir a la calle o trabajar, hasta la falta de decoro (Sí, ya sé que es una palabra en franco desuso por evidentes razones) de la sociedad machista actual, la que desnuda a sus mujeres para vender colonias o coches, la que considera que una mujer libre debe hablar y comportarse como un carretero, la que considera como mérito para el ascenso social que una señora haga públicas sus obscenidades más íntimas, debería haber un punto medio, un lugar donde la lógica, el buen gusto y el sentido común nos hiciera detener una involución (Sí, he escrito bien la palabra aunque el corrector automático no la admite, por qué será?) que parece no tener límite.

Esta apestosa conducta, socialmente inmoral, culturalmente decadente, humanamente degradante, es sólo propia de un país donde quienes deberían dar ejemplo a la masa borreguil destacan por engañar a su esposa a plena luz del día, por indemnizar con decenas de millones a banqueros tramposos o por premiar a empresas que jubilan a los 50 años a sus empleados. O por cobrar de ERE's fraudulentos o por llevarse a Suiza veinte o treinta millones de euros. Tal sociedad, tal es su producto.

Andamos preocupados de nuestros bolsillos y de ver si llega antes el fin de mes o el fin de nuestro sueldo, pero alguien debería prestar atención a la involución social. No sé si a esto se le llamará progreso, progresismo o libertad individual y social. De lo que sí estoy seguro es de que las asociaciones feministas deberían haber hablado alto y claro para defender la razón de su existencia, su propia dignidad y la de todas las mujeres, poniendo a Olvido Hormigos y a quienes le pagan en el punto culminante de la miseria ética de España.
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La Manola, mi vecina,
ya lo decía con ahínco:
Olvido es una chica fina,
que saldrá en Telecinco,
trabajando de heroína.

Esto no es cualquier vacile,
que de la basura y la inmundicia
obtiene siempre Paolo Vasile
fondos pa colmar su avaricia

(Evidentemente la poesía no es mi fuerte, pero no me digan que el contenido no es acertado.......)