Lo único que se necesita para que
ganen los malos es que los buenos se crucen de brazos. Si al final Cataluña es
independiente algún día será porque muchos votantes se fueron a la playa cuando
el referéndum del actual estatuto, porque González, Aznar y Zapatero traficaron
votos por soberanía y porque Rajoy no ha sabido corresponder al bombardeo
publicitario de los nacionalistas con su propia estrategia publicitaria. El
daño que hace el silencio.
Ah, claro, y por la estrategia de
“todos tienen un poquito de razón” de los socialistas de Cataluña. Con permiso
de su primo de Zumosol nacional. España federal, dicen… Pero ése es un discurso
que no mantienen para Castilla… ¿tiene más derechos, más personalidad, más
historia unos españoles que otros?
Detrás de toda esta estrategia
catalanista está la costumbre de salirse con la suya. El congreso que se está
realizando en este momento “España contra Cataluña” es una más de las agresiones
con las que el catalanismo busca ofender a España y provocar una reacción que
justificaría el “¿Veis como no se puede vivir con ellos? Y al final del túnel
para unos está la independencia, para otros está la consecución de un estatus
de superioridad sobre el resto de los españoles, sólo se contentarán con todo lo
que puedan conseguir, como siempre. Toda la miseria que España ha consentido
tantos años se ha ido amontonando y no hay manera de desandar el camino. Ningún
gobierno se atreverá a suspender la autonomía ni a cuestionar un solo artículo
de la arbitraria ley de Educación o a proponer la igualdad de idiomas en las
escuelas. Ya he contado en este blog la anécdota del maestro al que un
inspector de la Generalitat llamó la atención porque sus alumnos se dirigían a
él en castellano durante el recreo: “Si te hablan en castellano en el recreo es
porque tú no les hablas en catalán”.
Lo único que se necesita para que ganen los malos es que los buenos se crucen de brazos. Cataluña, alea jacta est.
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