Una de las cosas que jamás he
entendido de la izquierda española es que no se sienta orgullosa de ser española.
Se identifica, torpe y franquistamente, a lo español y al que se siente español
con fascismo y nacionalismo. En Francia tienen suerte. O son más listos. A su
nacionalismo lo llaman “chauvinisme” y quedan como Dios.
Amar al propio terruño es lo
normal, lo lógico, lo natural, sin que eso nos quite lamentarnos de las
barbaries que suceden en otros lugares o acoger a quien ordenada y legalmente
lo necesite. En Estados Unidos (incluso antes de Trump, oiga) es normal sentirse
“americano” (como si toda América fuese suya) y respetar solemnemente los símbolos
nacionales. Y en Sudán. Y en Guatemala y Guinea Bissau. Y en Holanda, Bélgica,
Italia, Alemania, China, Rusia, Australia o Afganistán. Y en Ecuador, Portugal,
Marruecos, Egipto, Israel, Polonia, Túnez, India o Pakistán.
En todas partes menos en España. Cosas
de España y de algunos españoles. Inútil decirles que nuestra historia es al
menos tan excelsa como la de Inglaterra, Islandia, Canadá, Turquía, Georgia,
Colombia, Eslovaquia o Rumanía. Y muchas veces mejor. De la leyenda negra dos
apuntes: Primera: En las colonias españolas todavía hay países con presencia
altísima de razas indígenas, cosa que no sucede en las colonias inglesas o
francesas, por ejemplo. Segunda: juzgar lo ocurrido hace 400 o 500 años con los
criterios éticos y morales del siglo XXI es de brutos ignorantes, analfabetos
filosóficos y mastuerzos históricos.
Item más: somos de los mejores
países para tener hijos, para ser mujer o para enfermar, ustedes perdonen. Somos
el primer país del mundo en generosidad: somos los que más órganos donamos.
Sí, tenemos nuestros puntos
negros, ahora y en la historia: díganselo ustedes a la Alemania que provocó dos
guerras mundiales, a la Bélgica racista en sus colonias o al país en el que los
negros no podían sentare en el autobús al lado de un blanco.
Y sin embargo nuestra izquierda
se avergüenza, se esconde y se camufla el día de la fiesta nacional. Sí, soy sincero,
a parte de la derecha le interesa más Suiza que España. ¿Y? Lo de España solo
ocurre en España. Por alguna parte debe haber una izquierda española que no le
importe ir a la fiesta nacional, respetar la bandera y sentirse española. ¿Dónde?
En el Parlamento no, desde luego.
No sé si es la primera vez que
ocurre, me da igual si esto lo ha hecho antes el Pepé o el Papá, me la trae al
pairo, ustedes perdonen la brusquedad, pero este año no hay campaña institucional
ni mensaje de unidad, de alegría de gloria, de jolgorio para celebrar el doce
de octubre. No, no toca. Toca estar callados, no se puede “calentar” la fiesta nacional
española. ¿Es de fachas?
Yo quiero ser guineano,
ecuatoriano, venezolano, chino o japonés. Tal vez suizo o sueco, quizá noruego
o danés. No me importaría ser vietnamita, iraní, uzbeko, etíope, angoleño o
cingalés. Yo quiero ser de un país que no se avergüence de ser país.
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