Palencia es una emoción:

23 marzo 2006

POSADERAS MUNICIPALES

Permítanme ser contundente desde la primera línea. Lo de la superioridad ética de la izquierda es un bulo, una leyenda urbana que sólo algunos crédulos aceptan de antemano. Nos lo acaban de demostrar en el pleno municipal del jueves pasado.
Uno, que se sabe en otra trinchera diferente de aquella en la que combaten, casi siempre dialécticamente, izquierdas y derechas, siempre se ha cuestionado cuántos votos más caen en la saca electoral de los partidos de izquierdas procedentes de aquellos votantes que toman esta superioridad como algo incuestionable. Es una inercia que supone muchos votos, de la misma forma que hay muchos votantes que siempre votan al partido ganador o los hay que siempre votan al Gobierno, sean estos últimos, el presunto ganador de unas elecciones y el partido en el poder, los que sean. Claro que en política hay muchas inercias, como la de que sólo la derecha sabe garantizar la unidad de España o que la economía sólo va bien con la derecha. Bulos, a mi parecer, ya digo.
Lo de que la izquierda es necesariamente superior en moral y ética a la derecha debió quedar borrado del acervo cultural español cuando lo de Filesa o lo de Juan Guerra. Como muy tarde. Ciertamente la derecha española ha contribuido generosa e insensatamente a alimentar esta leyenda, bien con corruptelas de todos conocidas (que incluso en estos días están de actualidad) o metiéndonos de hoz y coz en una guerra insensata, injusta y rechazada muy explícitamente por millones y millones de ciudadanos de bien que fueron absurdamente desoídos por el Gobierno. Esa contribución se explica tanto por los innumerables complejos de una derecha incapaz de censurar al franquismo como por la desfachatez de una parte de la izquierda que ve la mota de polvo en el ojo ajeno pero ignora en el propio la viga de las dictaduras de izquierdas, a las que incluso ve con satisfacción.
Pero de corruptelas sabe también suficientemente la izquierda, no sólo por los casos nacionales aludidos más arriba, pues actualmente anda el pobre Tony Blair subiéndose por las paredes porque se acusa a su partido de recibir pagos para la campaña electoral a cambio de títulos de nobleza. Por cierto, la izquierda de Tony Blair entró con suma alegría y desenfado en esa misma “guerra insensata, injusta y rechazada por millones y millones de ciudadanos de bien”.
Aún sin pretender sacar aquel comentario de su original y exacto contexto, y sin acusar de sexismo a nadie, que una concejala socialista hable de las posaderas como parte del debate municipal es tan inadecuado y tan estúpido que parece impropio de esa izquierda culta, tolerante y moderna que algunos nos quieren vender. Que nos querían vender. Que el alcalde de Palencia en vez de dar una larga cambiada salga en defensa de las nalgas socialistas nos demuestra que el descuido va por partidos y que en todas partes cuecen habas.
A mí personalmente me da lo mismo la perenne sonrisa estereotipada del presidente de la F.E.M.P. que la cabeza gacha, la frente arrugada y el rostro hierático de un Eduardo Zaplana que parece a punto de embestir cuando ofrece una rueda de prensa. O lo mismo que el rostro calculador, la mirada fija y la lengua afilada de José Blanco. Todos están convencidos de que la verdad es sólo suya, todos están convencidos de ser la encarnación de la verdad, todos son incapaces de encontrar en el rival nada que no sea perverso, incluidas las posaderas. Unos están convencidos de que la derecha tiene siempre la solución a todos los problemas. Otros, de que la razón es siempre de izquierdas. Sistemáticamente, ambos. Excelente ejemplo de comportamiento cívico.
Puestos a elegir por posaderas yo tengo claro cuáles escogería, aunque preferiría escoger por los ojos, sólo como ejemplo. En cualquier caso mi elección seguiría siendo la misma.

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