Palencia es una emoción:

27 agosto 2007

Maniobras gubernamentales en la oscuridad

Llevo muchos años observando a los gobiernos. Muchos años observando a la oposición. Tomando nota de lo que unos y otros hacen y dicen. Cuando están en el gobierno y cuando están en la oposición. Hay ocasiones en las que me dan pena o risa. Otras me dan tristeza. A veces, incluso, vergüenza. Ya he explicado muchas veces lo que sentí cuando nuestro gobierno apoyó la invasión de Irak, aún a sabiendas de que toda España, incluso sus propios votantes, estaban en contra. Les importamos un carajo. A éstos y a aquéllos, qué más da.

Pero de lo de Irak ya se ha escrito mucho, ahora toca reírse y alegrarse de que personajes tan sectarios como Rosa Regàs se hayan despedido por la puerta de atrás. Que se vaya al desierto a tomar el sol, a ver si así no se le pierden más mapamundis antiquísimos ni apoya a dictadores bananeros. Personajes despreciables. El sectarismo es la más despreciable lacra de la vida política española. Una vez que se instala en uno no hay manera de que vuelva a la objetividad. A cierta objetividad. Dentro de uno empieza a crecer y a crecer y termina convirtiéndole en un Acebes cualquiera. Y si se enquista y crece con pus y mala leche te convierte en un Pepiño Blanco. Pa llorar.

Pero hoy quiero hablar de otras cosas. Quiero hablar del nacionalismo súbito y electoralero que le ha entrado a Zapatero, aquél que relativizó desde la altura de su cargo la palabra nación. ¿Cuánto le habría costado políticamente eso en Francia, Portugal, Guatemala, Finlandia, Austria, Canadá, México, China, Cuba, Túnez, Chipre, Colombia, Dinamarca, Tayikistán o el antiguo Congo belga? Vivimos en un país en el que entre Franco y cierta poderosa izquierda resulta vergonzoso sentirse patriota, vamos que como lo digas estás automáticamente clasificado como facha perdido, seguidor de Fuerza Nueva (¿Sigue Fuerza Nueva?). ¿Qué pensarán de esta curiosa contradicción española en Nepal, Serbia, Líbano, Irán, Polonia, Chile, Mauritania, Rusia, Japón, Corea, Emiratos Árabes Unidos, la República Checa, Vietnam, Suazilandia, Surinam, Namibia o la curiosa república de San Marino?

Pues como huele a elecciones Zapatero y Pepe Blanco han decidido envolverse en la bandera. Española, por supuesto, con lo facha que debería parecerles eso. Todavía me acuerdo la que armó el PSOE por aquella enorme bandera de la plaza de Colón en Madrid. Tres años de gobierno socialista y ahí sigue. Con lo que dijeron. Ellos. No debería ser tan malo. Coño. Pues se están envolviendo en la bandera y en el logotipo. Gobierno de España. Logotipo calcado, copiado, “fusilado”. Logotipo de España.

Y van a centrar su política. Lo que equivale a confesión de parte. Y van a tomarnos el pelo hasta que nos olvidemos de todo lo que ha pasado. De su sectarismo. De sus menosprecios. De sus negociaciones. De su empeño negociador. De su peligrosa, ingenua e inservible insistencia negociadora. A pesar de bombas y ecuatorianos. De cuánto tiempo negociaron. De cuántas cosas (¡!) negociaron. De las cosas que han dicho. De las cosas que han hecho. De lo que han afirmado. De lo que han negado. Y van a centrar su política y van a negarse a sí mismos y sus hechos y sus verdades y sus realidades. Donde dije Diego, digo digo. Donde dije digo, digo Diego.

Pero eso no es lo malo, eso no es más que un ardid político, una trampa legal, un engañabobos ilícito. Lo malo es que nos va a engañar. Les va a funcionar. Lo malo es que les van a votar. Como diez millones de españoles votaron al Señor de la guerra. De Irak.

Ya digo que hay veces que uno está pa unas risas, otras pa una alegría, a veces está pa una tristeza. Y otras no está pa nada. Ni nadie.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Acabamos de venir de un viaje a México, casi nos pilla el huracán allí, hablando con los yucatecos sobre España, no entendían cómo hay españoles que dicen no sentirse como tal, ellos que son un país tan grande y diverso, tienen amor a su nación, aunque quieran también a su región no lo ven incompatible. Es algo que no les cabe en la cabeza, al fin y al cabo ellos son mexicanos de D.F, de Yucatan...etc. Y están muy orgullosos aunque les gustaría que muchas cosas mejoraran en su país. Qué envidia nos dieron. Y nadie les llama fachas. Yo me siento muy orgullosa de ser castellana, y a la vez de ser española ¿tan rara soy?. Por cierto, no me considero de ningún partido, votaré según mi conciencia, probablemente en blanco, ya que los políticos (casi todos) me producen un hastío cada vez mayor.

Pedro de Hoyos dijo...

Ciertamente tienen cosas incomprensibles nuestros políticos, sin embargo los necesitamos; si no tuviéramos a éstos habríamos de tener a otros.
Yo personalmente pienso que siempre hay que votar pero nunca lo hago a los grandes partidos, que ya tienen el voto ganado y por eso nos olvidan.
Quedan partidos que piensan en los castellanos y los defienden sin desdeñar a España, recordando que es la patria común.

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