Palencia es una emoción:

20 septiembre 2007

Hace falta valor para defender a este Gobierno.

Uno, que no es radicalmente optimista como nuestro impagable presidente del Gobierno ni ve el futuro de “negro funeral”, se siente preocupado por Zapatero. Algo habrá hecho mal si hasta El País le abandona justo cuando va a empezar la próxima campaña electoral. Ya van unas cuantas pataditas en la espinilla en los últimos tiempos, pero esta última puede que haya alcanzado una zona más elevada y más comprometida. Y más dolorosa. ¿Habrá más o no llegará la sangre al río?

Zapatero se ha ido metiendo el solito en un laberinto del que otras veces salía con las ayudas del grupo Prisa. Algo ha ocurrido, porque El País jamás habría hecho esto en otros tiempos y porque este verano Mariano Rajoy se ha entrevistado muy en secreto con Ignacio Polanco y según parece se lo pasaron chachi piruli poniendo a caer de un burro al pobre José Luís. Nadie lo ha dicho, pero yo me malicio que los Polanco se han lavado las manos del futuro de este Gobierno y han trasladado al partido conservador la tarea de salvarle de la quema. Experiencia tiene el PP en sacar de apuros a sus rivales, cuatro años de errores les avalan.

Quizá simplemente a Prisa le duele el callo de la competencia, que creían ser el ojito derecho del PSOE y se han encontrado con una nueva cadena de televisión y un nuevo periódico que compiten con ellos por el mismo sector de público. Algo impensable si los dirigentes del PSOE hubieran sido los de siempre. Llegan los nuevos, se creen que saben más que nadie y consiguen que Prisa se haga del PP. O que el PP se haga de Prisa, que eso está todavía por ver. Por cierto, cada vez que leo que el nuevo periódico va a salir para ser la voz del Gobierno me echo a temblar. ¿Va a defender al Gobierno? ¿Haga lo que haga y diga lo que diga? Ozú, hace falta valor para presentarse así en sociedad. Eso se llama neutralidad, equilibrio y objetividad. Bueno, y también sinceridad.

Algo pasa con algunos gobernantes que se creen superiores a los demás mortales. Quizá sea que se creen sus propias opiniones como verdades inalterables, quizá piensan que nadie con dos dedos de frente osará poner en tela de juicio lo que ellos digan, quizá sea que todas las mañanas se miran al espejo y se preguntan “¿Quién como yo?”. Ya les ocurrió a González, que no se creyó que lo de la corrupción iba en serio, y a Aznar, que se creyó por encima del bien y del mal. Y ahí les tenemos, dando conferencias para poder vivir. Quién te ha visto y quién te ve.

Pero sobre todo le está ocurriendo al impresentable Hugo Chávez, dicen que presidente revolucionario pero cada día que pasa más dictador bananero. Bananuela se debería llamar un país en el que el 60% de los periodistas se censuran por miedo a las represalias. Éste sí que tiene el ego subido, éste sí que jamás se pregunta por sus errores, jamás se ocupa de averiguar qué puede corregir y mejorar en su vida. Él ya lo hace todo bien. ¿Para qué cambiar? Espectáculo grandioso el que ha dado en “su” televisión tratando de explicar asuntos metafísicamente demasiado elevados para su mente de amo totalitario y troglodita. Hasta para explicar un cambio de hora hace falta pensar. Cosa que no consiguió hacer. Quizá los nervios del directo.


Quizá la ignorancia. Simplemente.

No hay comentarios:

Seguidores del blog

Otros blogs míos.