Palencia es una emoción:

17 noviembre 2007

Melendi y otros como él....

Últimamente estaba yo llegando a creerme que finalmente había consenso entre el gremio de cantantes hispánicos y yo. Uno, que es de la generación discotequera de Formula V, Basilio, Los Diablos y compaña, nunca creyó que los que han venido después fueran buenos cantantes. Ni buena gente siquiera, complejos de alguien que de pronto se ha dado cuenta de que se ha hecho demasiado mayor, ustedes me perdonarán.


De vez en cuando sentía que era verdad, que detrás de la pose interesadamente progre de algunos no había nada, ni convencimiento ni nada, sólo cálculo crematístico. Otras veces sí, me impresionaban determinadas actitudes de la progresía oficial de España, perdón, del “Estado” o de “este país”, y pensaba que había una realidad pensante detrás de ese rostro malencarado y de aspecto permanentemente hosco...


Luego ya no, luego me hice más mayor y ya no me creí nada, más que por otro motivo porque los que hablaban de solidaridad con los indios del Paraná eran unos jetas vividores de tres pares de narices que ni siquiera se solidarizaban con su propia parienta cuando le pegaba le marido. O sea. Mercado, puro mercado y para de contar. De “La culpa la tiene Franco” pasaba a “Estos se visten de antifranquistas pa salir a escena”. Así, sin término medio ni nada, ya ven, son asuntos propios del envejecimiento al que le lleva a uno… el paso de los años.


Anda yo así de “conflictuado” cuando vi que Miguel Bosé, lejos de hacerle la ola a la progresía bananera y demagógica de Venezuela le mandaba a freír monas, se enfrentaba dialécticamente a él y se arriesgaba a que sus fans venezolanas se predispusieran en contra. Y a que le riñera Gaspar Llamazares, joé. Ahí la sorpresa fue mayúscula. Coñññño, me dije mordiendo la eñe, uno que no se deja llevar por las sinergias ni por las inercias progres…. Hombre, de entrada no me encajaba que gente del origen ecléctico de Miguel Bosé se hiciera internacionalista proletario tercermundista al estilo Sabina…, pero ese día descubrí que los hay que piensan por cuenta propia y toman sus personales decisiones…


Y en ésas me encontraba yo, que estaba empezando a creerme que finalmente había consenso entre el gremio de cantantes hispánicos y yo, como decía al empezar, cuando llegó Melendi y el espectáculo del avioncito aquel. Que lo mío con estos personajes no es, no se me vayan a creer, cosa sólo de política, no. No, es algo más. Dios, la Naturaleza para los escépticos, ha puesto eterna enemistad entre estas gentes prepotentes y yo. Quizá sea el aire de superioridad que arrastran, propio de gente tan endiosada como suelen ser, o será que me molesta que me den lecciones de ética y moralidad sólo por que cantan bien y se han encontrado un representante adecuado. O que me digan lo que tengo que pensar de Aznar, Zapatero y la infancia abandonada de cualquier atrasada provincia china, vaya.Pues eso, que llegó Melendi y la montó.


Reconozco que he pasado bastante del asunto, “otro tontobaba más, otra machada más” para salirse en las letras gordas de los periódicos y atacar a “la sociedad capitalista que nos reprime y acogota”. Ni puto caso, ustedes perdonen. Que le den por donde más duela. Ni me creí, ya ven cómo soy de mala persona, su aire compungido cuando salió en todas las televisiones, una por una, con cara de no haber roto un plato en toda su vida a pedir perdón por… su miedo a volar, que es en definitiva a quien echaba las culpas.


E hice bien en no creerme nada de este tipejo…, resulta que después de la que armó tiene la desfachatez, la cara dura, la jeta inabarcable de reclamar el dinero por el viaje que no realizó a su destino…. ¿Saben lo único bueno que le encuentro a este individuo…? Que hoy no tenía nada de que ponerme a escribir y ya he completado mi folio y pico habitual…. Gracias, chaval!!

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