Palencia es una emoción:

07 enero 2008

El espantajo de la Iglesia

Algunos no hemos podido dejar de sonreír ante el escándalo mediático, absolutamente vano, por otra parte, sucedido entre la Iglesia Católica española, con el apoyo del Vaticano, y el gobierno de España con el apoyo del PSOE.

La verdad es que me ha producido la impresión de un “deja vu” o quizá de algo natural y propio de las circunstancias, que voluntariamente se ha querido sacar de quicio por las dos partes. No acabo de entender la que se ha montado y sólo lo entiendo si se mira con las gafas propias de las circunstancias políticas actuales. ¿Acaso cabía esperar otra postura de la Iglesia? ¿Pero con mayores o menores matices no se sabe ya que los católicos están, de modo inmensamente mayoritario, contra el llamado matrimonio homosexual? ¿Pero es sorprendente acaso que la Iglesia y con ella el 99% de sus simpatizantes se opongan a la naturalidad y demasía con que se aborta, de manera casi libre, en España?

Cierto que en la manera de presentar esa oposición católica hay diversidad de matices, pero básicamente se trata sólo de esa apariencia externa, sólo se trata de cómo realizar la presentación pública, y no del fondo de la cuestión. La unidad de los cristianos en ese fondo de las cuestiones es casi absoluta y total, si exceptuamos a esa minoría que representan “Cristianos por el socialismo”, tan minoritarios en la Iglesia como en el PSOE. Por cierto, ¿a que todos tenemos muy claro cuál sería su opción si tuvieran que escoger entre cristianismo y socialismo, a que absolutamente nadie tiene dudas al respecto de con quién se alinearían en caso de tener que elegir entre una y otra opción?

Ciertamente los altos representantes de la Iglesia fueron a hacer pupa, a buscar enfrentamiento y, si se me permite y se entiende en sus justos términos, a “hacer sangre”. Algunas de las alusiones que hicieron fueron gratuitas e innecesarias. Y exageradas. La Democracia no está en disolución, y eso deberían saberlo quienes durante tantos años han vivido “soportando”, y entiéndase la ironía, la dictadura franquista. Además, y siendo absolutamente verdad que la labor del gobierno es gravemente criticable desde el punto de vista católico, hay leyes puestas en marcha por este gobierno que son un claro apoyo a la familia y que nadie hasta ahora se había atrevido a poner en marcha, como por ejemplo la ley de dependencia.

Parece, visto desde fuera, que al PSOE la cuestión le viene tan bien como mal le viene al PP. Un Partido Socialista que tras cuatro años de gobierno zapacerril no acaba de arrancar ni puede, a pesar de tantas maravillosas políticas sociales como dice haber puesto en marcha, destacarse en las encuestas necesita unas banderillas negras que ponerle a su afición para arrastrarla a las urnas, ¿y qué mejor banderín de enganche que ofrecerle al tradicional anticlericalismo español el espantajo de Rouco? Y ahora con la crisis económica en puertas, esa misma crisis que Zapa, interesado y zalamero, niega, hay que conseguir que vayan a votar como sea, que las urnas corren peligro a pesar de la inutilidad de una oposición que se empeña en no querer gobernar. La invitación a la Iglesia a presentarse a las elecciones era tan innecesaria como provocativa. Tal para cual.

Parece clara la intención socialista de usar todo esto como arma electoral contra un PP que no quiere entrar en un fregao al que no acudió y que prefiere considerar como un enfrentamiento ajeno. Andan los conservadores queriendo quitarse de en medio, sabedores de que no tienen nada que rascar ni ganar en este conflicto interesado.

Todo forma parte de una gran comedia en la que cada actor desempeña con gran éxito su papel correspondiente, sabiendo de antemano la respuesta que va a obtener del “partenaire”. Iglesia y Gobierno se han soltado la melena y ambos se han quedado bien satisfechos, aunque está por demostrar que eso sea bueno para España.

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