Alguna vez habrán tenido ustedes esa sensación de recordar a una persona a la que nunca habían conocido antes o de que les sonara a repetido un lugar en el que jamás habían estado. Esa sensación tengo yo cuando empiezo este segundo artículo consecutivo sobre la virginidad, sólo que en este caso sí es cierto y un poco más abajo en este blog pueden ustedes encontrar lo que acabo de escribir sobre las declaraciones de Kaká defendiendo la virginidad hasta el matrimonio.
Pero en realidad ni éste ni el anterior artículo son exactamente sobre la virginidad, sino sobre jóvenes de éxito que nadan contra la corriente social de hedonismo, conformismo y “todovalismo”. Miren, lectores, que en el siglo XXI todavía haya quien tenga el valor de salir a defender en público posturas tan radicalmente opuestas a los valores morales y éticos actualmente en vigor es para descubrirse; que lo hagan sin miedo a ser insultados, tratados de cavernícolas, franquistas trasnochados e inquisidores medievales sólo se explica si quienes lo han hecho no son españoles ni residen en España.
Porque ya no sólo es Kaká, ídolo de juventudes futbolísticas, ahora ha sido su compatriota la modelo Adriana Lima quien ha salido defendiendo exactamente la misma moral sexual. Por cierto, la modelo internacional, católica practicante, también consideró que el aborto es un crimen. Y todo eso lo dijo poco antes, o poco después, qué más da, de posar desnuda para una revista masculina brasileña, lo que a mis oídos poco acostumbrados a estas cosas, suena a contradicción.
Y estas cosas aparecen en público en periódicos españoles en tiempos de Educación para la Ciudadanía, cuando el Estado se atreve a dar lecciones de ética y moral a los ciudadanos y a los hijos de sus ciudadanos. Salen en cualquier periódico, incluido “El País”, sin avisarnos para que nos pongamos encima a modo de protección unas declaraciones orgasmáticas de Pedro Zerolo ni de Jesús Vázquez ni de ninguno de sus respectivos “maridos”, se publican en los mismos o parecidos medios en los que salen las fotos de Pipi Estrada y Lucía Lapiedra y sólo unas páginas antes, o unas páginas detrás, qué más da, de los anuncios de prostitución.
¿Qué va a ser lo próximo, eh? ¿Va a salir alguien a defender que se debe respetar a los padres o que se debe obedecer a la autoridad? Imagino que Pepe Blanco y Zapatero ya habrán tomado nota de todo ello y en las reuniones que están manteniendo estos días para la formación de los apoyos del nuevo gobierno hayan tratado estos temas, no pueden dejar las cosas así, esto hay que pararlo porque cualquier día puede salir alguna mente fascista a decirnos que la fidelidad matrimonial es un bien que la sociedad debe defender.
Y no es que nos preocupe la virginidad o la fidelidad matrimonial, sino que si empezamos a revisar antiguos valores éticos que estábamos consiguiendo dejar en desuso, dentro de poco podrá aparecer alguna estrella, tal vez Javier Bardem, a defender posturas extravagantes como que el botellón es malo para la sociedad y para el individuo.
¡¡Y eso sí que no!!
Pero en realidad ni éste ni el anterior artículo son exactamente sobre la virginidad, sino sobre jóvenes de éxito que nadan contra la corriente social de hedonismo, conformismo y “todovalismo”. Miren, lectores, que en el siglo XXI todavía haya quien tenga el valor de salir a defender en público posturas tan radicalmente opuestas a los valores morales y éticos actualmente en vigor es para descubrirse; que lo hagan sin miedo a ser insultados, tratados de cavernícolas, franquistas trasnochados e inquisidores medievales sólo se explica si quienes lo han hecho no son españoles ni residen en España.
Porque ya no sólo es Kaká, ídolo de juventudes futbolísticas, ahora ha sido su compatriota la modelo Adriana Lima quien ha salido defendiendo exactamente la misma moral sexual. Por cierto, la modelo internacional, católica practicante, también consideró que el aborto es un crimen. Y todo eso lo dijo poco antes, o poco después, qué más da, de posar desnuda para una revista masculina brasileña, lo que a mis oídos poco acostumbrados a estas cosas, suena a contradicción.
Y estas cosas aparecen en público en periódicos españoles en tiempos de Educación para la Ciudadanía, cuando el Estado se atreve a dar lecciones de ética y moral a los ciudadanos y a los hijos de sus ciudadanos. Salen en cualquier periódico, incluido “El País”, sin avisarnos para que nos pongamos encima a modo de protección unas declaraciones orgasmáticas de Pedro Zerolo ni de Jesús Vázquez ni de ninguno de sus respectivos “maridos”, se publican en los mismos o parecidos medios en los que salen las fotos de Pipi Estrada y Lucía Lapiedra y sólo unas páginas antes, o unas páginas detrás, qué más da, de los anuncios de prostitución.
¿Qué va a ser lo próximo, eh? ¿Va a salir alguien a defender que se debe respetar a los padres o que se debe obedecer a la autoridad? Imagino que Pepe Blanco y Zapatero ya habrán tomado nota de todo ello y en las reuniones que están manteniendo estos días para la formación de los apoyos del nuevo gobierno hayan tratado estos temas, no pueden dejar las cosas así, esto hay que pararlo porque cualquier día puede salir alguna mente fascista a decirnos que la fidelidad matrimonial es un bien que la sociedad debe defender.
Y no es que nos preocupe la virginidad o la fidelidad matrimonial, sino que si empezamos a revisar antiguos valores éticos que estábamos consiguiendo dejar en desuso, dentro de poco podrá aparecer alguna estrella, tal vez Javier Bardem, a defender posturas extravagantes como que el botellón es malo para la sociedad y para el individuo.
¡¡Y eso sí que no!!
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