Palencia es una emoción:

30 noviembre 2009

¡¡Contra tanta cadena: Libertad!!

Miren, había llegado la hora de acostarme sin sentir la necesidad de desahogar mi ánimo escribiendo unas cuantas líneas en mi blog. Nada de lo ocurrido en el mundo merecía sacrificar unos minutos de mi sueño, me parecía.

Ni el intento de abordaje a otro banco español, ni lo del partido de fútbol del siglo, ni lo del linchamiento social del asesino y violador que no lo era… nada. A mí lo que me apetecía era irme a la cama y ya está. El caso es que ya bastante vencido por el sueño, buscando en mi silla más la línea horizontal que una posición correcta me encontré de nuevo con la historia esa de que el gobierno va a obligarnos a tener una determinada temperatura en los locales públicos. Y me sublevé, se me fue el sueño y recuperé la compostura, la postura y la cordura.

Y me empecé a cabrear, me subió el fuego por el pecho y mandé a hacer puñetas las ganas de irme a la cama. Joé, es que no paran de señalarnos lo que debemos hacer, cuándo debemos hablar y cuándo debemos callar. Personalmente empiezo a cansarme de tanto mandamiento socialista.

Vale que en muchos cines, cafeterías o edificios oficiales se exceden con el aire acondicionado; vale que a veces es para darle un currito en el pescuezo al encargado; vale que a veces tienes que ponerte la chaqueta porque a pesar del plomo derretido que está cayendo fuera te congelas. Vale, vale, sí es cierto. Pero con decírselo al susodicho encargado, sin necesidad de darle la colleja, está solucionado. En el peor de los casos con no volver a tomar café en un lugar indeseado se acabó el problema.

¿Por qué ese afán de regularlo todo, por qué esa necesidad de meterse tan profundamente en cada aspecto de nuestras vidas, por qué quitarnos tanta libertad tan continuamente? ¿Por qué tanta injerencia? ¡Si hasta nos quitan la patria potestad sobre nuestras hijas! (bueno, éste es otro asunto pero también trata de la libertad). Lo que está claro es que esto no nos va a salir gratis, será necesaria la creación de un cuerpo de controladores, a los que pagar cada mes su sueldo más seguridad social. La pregunta es si tendremos también que invitarles al cafelito que se tomen en cada local mientras comprueban la temperatura ambiental.

¿Llegará el día en que nos digan cuántas veces hemos de respirar por minuto?

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