¿Qué tienen para ser tan cretinos? ¿Cómo pueden ser tan sectarios, tan cerriles, tan parciales, tan fanáticos? ¿Cómo pueden ser tan limitados, cómo pueden tener las opiniones tan dirigidas, cómo pueden ser tan unidireccionales?
A ver, empiezo por afirmar que el PP tiene mucho que aclarar de la operación Gurtel, que deben hacernos saber qué, cuándo y sobre todo quién. Hasta el momento todas las actitudes, todas las acciones y declaraciones no sólo no nos aclaran nada sino que insisten en las sospechas claras y contundentes de corrupción en el seno del PP valenciano. Más aún, la soplamemez de censurar una exposición de fotos, entre las que había varias alusivas al caso, se ha vuelto contra quienes la decidieran, eso pasa en todas las democracias. Si una censura no tiene sentido es en una democracia: al final todo se sabe y los responsables aparecen como culpables: El PP ha echado más sombras de duda sobre sí mismo.
A ver, empiezo por afirmar que el PP tiene mucho que aclarar de la operación Gurtel, que deben hacernos saber qué, cuándo y sobre todo quién. Hasta el momento todas las actitudes, todas las acciones y declaraciones no sólo no nos aclaran nada sino que insisten en las sospechas claras y contundentes de corrupción en el seno del PP valenciano. Más aún, la soplamemez de censurar una exposición de fotos, entre las que había varias alusivas al caso, se ha vuelto contra quienes la decidieran, eso pasa en todas las democracias. Si una censura no tiene sentido es en una democracia: al final todo se sabe y los responsables aparecen como culpables: El PP ha echado más sombras de duda sobre sí mismo.
Y dicho esto aclaremos que comparar una democracia, imperfecta, como todas, con Cuba (“En todas partes hay represión”) es propio de personajes desnortados, sectarios, extremadamente apasionados, políticamente nada equilibrados y exaltados. La Zeja, o sea. Si Willy Toledo fue sumamente parcial, sectariamente ignorante y fanático de una dictadura, llega ahora Miguel Bosé a darnos lecciones de democracia, a enseñarnos todo lo que los pobres mortales desconocemos sobre la riqueza democrática de Cuba. Comparar la dictadura del proletariado con el gobierno de un partido democrático, por muy de derechas que les parezca a los actores, es muestra del nivel político barriobajero de algunos de nuestros inmarcesibles famosos. España es tan ridículamente pobre de espíritu que confunde famosos con intelectuales y les proporciona un estatus de calidad y autoridad que nadie sabe de dónde sacan ni quién les ha otorgado.
Cuba es una dictadura como la copa de un pino, sólo comparable al franquismo más cerrado, más rechazable y abyecto, por mucho que se lo callen estos dos pedantes con chorreras. Y además de ser una dictadura es una dictadura hereditaria, al estilo de Corea del Norte. En las cárceles cubanas hay presos políticos, presos por pensar y opinar de manera diferente a los Castro y sus secuaces comunistas. Por mucho que don Willy Toledo lo diga, en España no hay cárceles secretas para inmigrantes, y si las hubiera el gobierno de ZapaHuero sería el responsable, otra cosa es que la política de inmigración le parezca rechazable al selecto artista zapateril, cuya opinión es tan válida como la de mi vecino Florito que lleva toda la vida dedicado con la máxima dignidad a la limpieza de los urinarios públicos de los bares de la Calle Mayor.
Ya se sabe, señores: Un hombre un voto. Se llama democracia.
Ya se sabe, señores: Un hombre un voto. Se llama democracia.
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