Palencia es una emoción:

03 agosto 2010

“La Roja”, en el país Vasco

De momento es la selección de baloncesto, pero todo puede llegar. Iba a escribir: “De momento sólo es la selección de baloncesto” porque para España todo lo que no sea fútbol es un deporte menor, pero me he contenido.

El caso es que la selección española de baloncesto, qué supina memez, intencionada, es eso de “la roja”, va a jugar un torneo en Vitoria. Y como era de esperar los de siempre han levantado la voz de protesta manifestando que se trata de españolizar el País Vasco. Los de siempre ya sabe usted quienes son, los batasunos habituales coreografiados por Arzallus, Eguibar (en este caso no han hablado, que yo sepa, pero denles tiempo) y los sospechosos habituales. Y lo de “sospechosos” tómenlo como una graciosa manera de abreviar, si les gusta. Y si no, pues allá ustedes.

Esta gente, supongo que podrá llamárseles así, debería dejar el calimocho (huy, perdón, “el kalimotxo”) y pasarse al sanfrancisco para cuidar mejor de su verborrea, es más sano y no perturba la mente. Los pasados triunfos de la selección de fútbol hicieron ya bastante por españolizar a todo el mundo mundial, incluidas Donosti, Bilbo, Gasteiz y sus alrededores. Italianos y suizos no han dejado de hablarme de la selección durante mis días de vacaciones más allá de los Pirineos. Incluso en Italia he visto banderas españolas en las ventanas de los hoteles y en los kioskos de prensa, lo juro y puedo demostrarlo con alguna foto.

Pero de todas formas es que ni siquiera hace falta españolizar a nadie. Si los ciudadanos que se sienten españoles en el País Vasco pudieran manifestarse sin miedo al tiro en la nuca o simplemente a la exclusión social, taparían las bocas de tanto mangamazos abertzale. Y no precisamente como Íker Casillas tapó la boca a Sara Carbonero. El problema está, simplemente, en la falta de libertad, oiga usté, que las calles del más nacionalista de los pueblos vascos estaban vacías cada vez que Telecinco conectaba con Suráfrica.

La ÑBA va a jugar en Vitoria para solaz de los aficionados al baloncesto y eso me gusta. Pero me gusta todavía más que por ello se cabreen los que se cabrean. Los ke se kabrean, quiero decir. 

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