Y quede claro que lo hago con la mejor de las intenciones y partiendo siempre de la lógica socialista que ha practicado usted desde su llegada al poder. Sea como sea le ofrezco gratis et amore la manera de permanecer en La Moncloa. Tengamos mente abierta y reconozcamos que usted ha logrado los principales objetivos de su mandato:
1º En España aborta quien quiere, cuando quiere y como quiere, pronto al turismo de garrafón y al turismo gerontológico se añadirá el turismo abortivo, lo que sin duda proporcionará nuevos y abundantes ingresos, que ayudarán a ese consejo que al final le proporcionaré.
2º Reafirmar la teoría de que es español el que no puede ser otra cosa (y conste que yo soy castellano así que voy con la cabeza bien alta), aunque para ello hubiera que reabrir el carajal autonómico con un estatut que nadie, absolutamente nadie, salvo su colega Pasqual Maragall, reclamaba. Para ello incluso prometió defender el texto que el Parlament catalá propusiera antes de saber lo que iba a proponer. El final de esta historieta de tebeo es encontrar la manera de salvar el escollo de la sentencia del Tribunal Constitucional a pesar de lo que ha dicho el Tribunal Constitucional. (¡ !)
3º Volver a revivir las dos Españas, radicalizando las posturas de unos y otros (conste que me considero afectado, éste artículo es la prueba) y reabriendo el enfrentamiento social que hasta Felipe González, que Pablo Iglesias guarde, había cuidado muy mucho de alimentar. Que nos haya enseñado una y otra vez la foto de uno de sus abuelos y sólo la de uno lo demuestra.
4º Cargar con el mochuelo del desastre nacional a diferentes sectores sociales, todos ellos, ricos, poderosos o simplemente enemigos del pueblo: la prensa cavernícola, la derechona, la Iglesia, los controladores (bueno, vale, en este caso puede tener bastante razón) o los que se bajan Heidi con el emule. Casi todos los españoles tenemos nuestra culpa de la pésima situación de España, todos los que no somos homosexuales o artistazos subvencionados. Hasta Tomás Gómez va a cargar con unos cuantos platos rotos, la que le va a caer al pobre.
Bien, estando de acuerdo en que la situación de España (y a este paso, la del PSOE, allá usted, oiga) se la ha trabajado usted a pulso, aún le quedan dos años para continuar su paseo triunfal por plazas mayores y avenidas de nuestra nación, aunque ya sabemos que éste le parece a usted un concepto discutible y discutido. (Yo siempre me he preguntado qué habría sido de Sarkozy, de su admirado Obama, de Ángela Merkel o del presidente de Montañistán, llámese como se llame si hubieran dicho ante sus electores tal soplamemez, pero nunca lo sabremos porque nunca la dirán). En estos dos años ante dichos tiene usted la enorme posibilidad de volver a ganar las elecciones con sólo seguir un simple consejo que este machacateclados le envía.
Hay muchos españoles que todavía honradamente le siguen. Parece difícil de creer pero es así, hay millones de españoles que le votarían a usted pasando por encima del desastre económico, de su maligna ingeniería social y del populacherismo y de la vacuidad de sus discursos (por cierto, hace mucho que no le llamo Zapahuero). Contando con unos cuantos millones de españoles serios y conscientes y otros cuantos que se han tragado inocentemente el discurso favorito de usted: “todo lo que venga de la izquierda es bueno per se; lo que venga de la derecha es perverso por su propia naturaleza” usted con la ayuda de mis consejos puede triunfar sin lugar a dudas en las próximas elecciones generales.
Sabemos que nos quedan cuatro perras, que las arcas del Estado tienen más telarañas que monedas, que estamos endeudados para varias generaciones. Pues emplee con inteligencia esas pesetas (ya ve que soy antiguo, mea culpa), gástelas en pagarnos un fiestón sin final a todos los ciudadanos. Endéudese, endéudenos, pida más préstamos y celebremos una orgía absoluta y total durante los próximos dos años. Que toda España arda en un cachondeo sin límite gracias al PSOE y a su secretario general. Páguenos a todos el tabaco, las copas o las putas de aquí a las elecciones. Dénos fútbol gratis en abierto, que el aperitivo del fin de semana (¿Del fin de semana? No, no, a lo grande, de todos los días de la semana) sea gratis, que el cafelito con leche sea doble y gratis en el bar de la esquina. Que todas las noches haya fuegos artificiales en los 8.000 ayuntamientos de España. Empéñese, empeñe a nuestros biznietos y que el ejército reparta paella gratis de Cádiz a Gerona, que los militantes socialistas repartan generosísimas raciones de langosta de Murcia a La Coruña. ¿Qué importa el futuro si conseguimos volver a tenerle a usted de presidente otros cuatro añitos? Ah, y le sugiero el incentivo de proporcionar porros gratis a todos los que se afilien al PSOE o alguno de sus partidos aliados.
Postdata: Ahí donde digo “un fiestón sin final” o “un cachondeo sin límite” quede claro que sólo es una manera de hablar. El final, el límite debe venir marcado sin duda alguna por la fecha de las elecciones en las que sea usted reelegido.
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