Palencia es una emoción:

07 agosto 2009

El valencianismo de Leire Pajín


Lo siento, hace tiempo que he renunciado a comprender a los partidos políticos, sus dirigentes no son de este mundo, no piensan como los seres humanos, sus procesos mentales me son sistemáticamente velados. Intencionadamente, estoy empezando a creer. Arcanos. Pero la ciudadanía suele seguirlos a pies juntillas. Y votarlos sistemáticamente, indecentemente. Sospechosamente.

Hace más de veinte años que no voto a ningún partido con representación parlamentaria, lo juro. Y juro que no es intencionadamente. O sí. O no sé, pero que no es que me lo haya propuesto, quiero decir. Pero España sigue erre que erre con el voto en ristre para uno o para otro. Júligans, los votantes españoles. Por lo menos. O masoquistas.

Corrupción de corrupciones y todo es corrupción. Una y otra vez. Se acaba una y vuelta a empezar. “Y tú más” se dicen unos y otros. Que lo mío no es nada. Pues anda que lo tuyo… y surgen por las españas, por plazas, calles y parques millones de ciudadanos dispuestos, entregados en alma y vida, a defender a unos y a atacar a otros. Sin que nadie se lo haya pedido. Jesús, qué empeño, qué insistencia. Júligans, ya digo.

Y sin embargo basta escuchar con paciencia y atención los efluvios verbales de los distintos portavoces para que te entren ganas de echar a correr. España es asín, decíamos ayer. Pero el español es pertinaz. Y vota. Casi siempre a los mismos. Inasequibles al desaliento, joé. Hay quien confunde votar con vomitar. Insoportable el ademán.

Unos y otros tienen siempre la defensa de los suyos, hagan lo que hagan. Para unos siempre estará bien. Hagan lo que hagan. Indefectiblemente. Corrupciones incluidas. Sea en Valencia, en Mallorca, en Andalucía o en el feudo de El Pocero. Mafiosos todos, cuando unos, cuando otros. Y ahora los unos, ¿Los Hunos?, se proponen examinar de valencianismo a Leire Pajín. Leire Pajín es un personaje inenarrable, indescriptible, inexplicable. En la empresa privada no habría pasado de aparcacoches. En el PSOE es la jefa. ¡Susórdenes, misargenta! Se le cuadran todos, nadie se arriesga a una mirada suya. Ni yo, tapa, tapa, que no me vea.

El PP ya no sabe dónde se llega. Cuando se le cierra un caso se le abre otro, que no le llega la manta para taparse por todos los lados, vaya. Y ahora se inventa esta solemne tontería del carnet de valencianismo para la Pajín. Pensado, decidido y fabricado para la Pajín. Ay, si a todos nos examinaran de españolismo, “Estepaís” o “Elestadoespañol” se quedaba desierto. Hay que tener ganas de enredar y de hacer el gili para inventarse esto. Ganas de joder. Y querrán convencernos, están queriendo, de que lo hacen por nosotros, por Valencia, por España, por la Humanidad. Payasos de feria de pueblo atrasado de cuando la posguerra. Sólo están demostrando mala leche, ardides impropios de gente noble (no dudo de que la haya en el PP, pero no están en los puestos dirigentes de Valencia), trucos de bruja mala que busca comerse a los niños protagonistas. Que somos nosotros, no la indocta Leire. Aparcacoches.

Con este PP no me extraña que gobierne este PSOE.

No hay comentarios:

Seguidores del blog

Otros blogs míos.