Leyre Pajín: mujer maltratadora

Soy testigo del maltrato, testigo en primera persona, o si ustedes quieren en primera oreja. Acabo de oír a la ministra decir “cónyugues”. Doña Leyre, con su falta de conocimiento del lenguaje ha maltratado a nuestro hermoso idioma castellano. Con motivo del Día contra la violencia de género... (¿Qué estupidez es ésta? ¿Desde cuándo las personas tenemos género como si fuéramos nombres o adjetivos? Yo no tengo género, tengo sexo; Misanta, la vecina de enfrente y la loca del piso de arriba tampoco tienen género; Fermín, mi perro, con ser sólo un perro, tiene sexo y no género; lo que tiene género es la palabra “perro”, “hombre”, “mujer”) ...Decía yo que con motivo del Día contra la violencia de género la ministra presentaba una iniciativa, absolutamente elogiable, para evitar que los maltratadores reciban la herencia de las mujeres maltratadas. Te mato porque eres mía; tú, al cementerio y yo me quedo con todo para cuando salga de la cárcel montarme la gran vida. Ah, y me quedo con los críos, que tú no te los puedes llevar.

La iniciativa es apreciable e imprescindible en el acoso a los maltratadores; uno, absolutamente lego en materia de leyes, no comprende cómo ésta no está en vigor desde hace muchos años, cómo ahora es posible que el cónyuge agresor pueda seguir haciendo daño a su esposa, novia, amante, querida o mantenida incluso después de muerta. Tantos años de Ministerio de Igualdad, tanto patrocinio de chorradas sexuales en nombre de la libertad, tanta multa por discriminación pero aún los uxoricidas podían quedarse con las pertenencias de la persona a la que habían llevado a la tumba.

Pero eso, “cónyuge y conyugal”, Doña Leyre, nada de “cónyugue”, palurdez propia de quien no da más de sí por muy alto cargo que ostente. O que detente, que suena igual pero con muy diferente significado. Claro que con su enorme preparación y su asombroso currículo universitario era de esperar este maltrato al castellano. Cosas del PSOE. No, no del PSOE sino del zapaterismo, que agoniza llevándose por delante nuestro futuro. El PSOE es, “era” sería mejor decir, otra cosa.