Palencia es una emoción:

23 marzo 2011

Sexo por palabras y Zapahuero

En la lectura de los periódicos encontramos una parábola de la vida, de jóvenes empezamos leyendo los anuncios de sexo buscando entretenernos y finalizamos de mayores leyendo las esquelas para ver qué pardillo las ha diñado antes que nosotros. En Italia ambas cosas son un compendio, las esquelas son anuncios por palabras como se puede comprobar en la foto que cuelgo aquí. Morbo de principio a fin de la vida, vaya.

Y ahora nos quieren quitar los anuncios de sexo, con lo que ayudan a la imaginación. Andan revueltos los editores de los periódicos porque les van a cercenar una de las fuentes más caudalosas de sus ingresos. Si salen adelante las propuestas se eliminarán los anuncios por palabras que vendan sexo. Y si a un multimillonario le hablas de que va a ganar menos le da un ataque de corazón en el bolsillo. Por cierto, hay periódicos que ya han prescindido voluntariamente de este tipo de publicidad, mientras otros, cristianos sedicentes, siguen incluyéndolos.

Cada vez que mi jefe abusa de su autoridad y me manda cuidar de sus hijos para irse de parranda con su barragana me vengo llamando a esos teléfonos tan caros. Sexo oral, en cierta manera. Dejo descolgado, después de un ratito de escucha atenta, y me voy a ver la tele, buscando canales de pago. Para no alterar demasiado mis neuronas me enchufo siempre a un canal de fútbol, contratando con el mando a distancia más horas de las que voy a estar. En el intermedio me vuelvo al teléfono a ver cómo sigue la cosa. Por si acaso suprimen esos anuncios ya me he copiado dos o tres docenas de numeritos en una servilleta usada para llamar desde jefelandia.

Yo creo que este gobierno ha hecho mal las grandes cosas, los asuntos que más deberían haberle importado. No ha sabido gobernar la crisis que nos ha caído encima y aquí estamos, con cinco millones de parados. Cuando ha querido defender a las maltratadas... pues, bueno, ya ven ustedes cómo están los telediarios a las nueve de la noche; como todo le salía al revés, a su ley para echar el freno a los sentimientos religiosos la llama ley de ¡Libertad Religiosa! Contradictorio, nuestro Zapa. La realidad demostraba que sus discursos de buenismo, de socialismo, de sindicalismo, de defensa del débil, de amor a los parias de la Tierra estaban llenos de... palabras bonitas y sonrisas atravesadas, pero eran discursos vacíos de significado, carecían de sentido. O sea, Zapahuero, que le he llamado siempre. Sin embargo Zapahuero ha acertado básicamente, aunque habría que matizar, en limpiar los bares de humo, en seguir a la ONU en Libia y... y si sabe hacer bien las cosas puede acertar en combatir la humillación de la mujer, la moderna esclavitud femenina y muchas otras cosas sacando adelante una ley que impida la publicidad de estas lacras sociales. Aunque les duela a los ricachones.

Eso sí, que vaya preparando otra ley nueva, porque éstos tardan diez días en encontrar una manera de hacer la misma publicidad de otra manera. Es demasiado lo que se juega la prostitución como para dejarse pillar los dedos así como así. ¿Los editores de prensa? Bueno, a ésos les quedan pocos años para seguir sacando periódicos de papel, me temo. 

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