Yo no soy de izquierdas, a mí me borró de las izquierdas el dontancredismo de Felipe González con la corrupción que asfixió sus últimos años de gobierno y me hizo de derechas el guerracivilismo de Zapa y el sectarismo de sus acólitos, Aido, Zerolo y Pajín. Ah, y su inutilidad para afrontar la crisis del ladrillo.
No soy de izquierdas pero la derecha todavía no se ha ganado mi voto. Lo primero que tiene que hacer la derecha para ganar mi voto es declararse de derechas, algo tabú en esta España acomplejada de haber servido servilmente (la redundancia es voluntaria, conste) al dictador, y no haberse enfrentado a él como están haciendo en todo el norte de África. África es un ejemplo para España, qué le vamos a hacer, con lo racistas que presumimos de ser
Y aquí me tienen ustedes, con el voto en la mano esperando que llegue el día de la ira para votar contra casi todo lo que se mueva. Esperando que España se regenere, eche un metro de cemento sobre los partidos actuales, sobre el sistema económico existente y sobre el sistema de valores contemporáneo. Y una vez echado ese metro de cemento armado empezar de nuevo a construir el mundo como si nada hubiese pasado, comenzando de cero como la primera vez.
Así que se me antoja a mí que la única manera de echar un borrón sobre España y hacer cuenta nueva son los partidos minoritarios, marginales casi. Son la esperanza de empezar de cero, la pregunta es si todavía nos queda esperanza que perder. Vamos a ver si Rosa Díez llena o medio llena la plaza de Vistalegre, plaza en la que los socialistas pegaron la espantá. UPyD es la esperanza de la izquierda para regenerarse como la estrella de mar regenera sus brazos, cuanto me gustaría poder decir lo mismo de la derecha actual, en la que no se vislumbra ningún cambio, quizá porque todo está atado y bien atado y nadie se atreve a romper el status quo.
No se me ocurre qué partido quiero que gane las elecciones -locales, autonómicas o generales- pero sí quiero que quien lo haga no necesite apoyarse en los partidos seudoseparatistas, en los partidos tocapelotas, en los partidos que se van de España pero, como Zapa, no acaban nunca de irse, siempre con la mano agarrada a la teta generosa de España. Del “Estado”, quiero decir. Por eso espero que Vistalegre se llene, por eso quiero que España se regenere, porque para ello es necesaria una izquierda eficaz, que deje atrás al abuelo de Zapatero, que olvide el pasado y se centre en el futuro, en la creación de empresas, en apoyar a los obreros y en favorecer la convivencia.
Pero para ello es también imprescindible que a la derecha actual le salga otro grano ahí donde la espalda pierde su casto nombre y surja un partido decidido a meter el dedo en el ojo a quienes ahora la rigen. Y eso, ay, está muy lejos de suceder, la izquierda va delante.
Añoro el día en que se pongan en alquiler los despachos más famosos de las calles Génova y Ferraz.
1 comentario:
UPyD ¿La esperanza de la izquierda? Creo que está a años luz de conseguirlo.
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